viernes, enero 30, 2009

Cronicas Desiertas # pst 5 El amanecer

-No se qué me pasa Kika
-Estás ebrio, qué te va a pasar?
-No, pero aparte digo, con vos, no se que me pasa.
Kika mostraba su interminable hilera de dientes blancos, redondeados y perfectos, a lo lejos asomaban los primeros rayos de luz. Xavier estaba bajo los efectos del alcohol y el ácido lisérgico y aún así no encontraba la manera de decirla a Kika lo que sentía, seguramente fuese porque él mismo no sabía muy bien qué era lo que sentía. Se encontraban apoyados contra el balcón finamente trabajado, en una de las terrazas amplias que había en la hermosa y rica casa donde amigos de Kika habían instalado un lujoso salón de fiestas, al que asistían periódicamente millonarios excéntricos de todos los puntos cardinales y pervertidos de clase alta de todas las índoles. Allí simulaban gran civilización y elegancia, pero el alcohol y los estupefacientes iban convirtiendo a la refinada fiesta en una increíble bacanal al estilo romano, el nombre del lugar ya de por si era bastante sugerente: El Infra. Ésta noche por tratarse de un día de semana, la fiesta en el Infra había sido relativamente tranquila. Xavier callaba y se mordía los labios y Kika se fumaba un cigarrillo sonriendo y mirando siempre a los ojos del joven.
-Sos un hijo de puta, guacho.
-Ja!, decime algo que no sepa. Vos te pensas que yo quiero esto de mi vida, no mi amor, estoy haciendo dinero, mucho de él, pero además estoy estoy pensando en algo alocado, en algo alocado donde apareces vos.
-¿Yo? Ah, mira... y cómo es eso bien, a ver contame.
-Por ahora no te puedo adelantar nada - ríe entre dientes, como si le costara creerse a si mismo- pero si todo me sale bien en quince días me van a acreditar una suma muy importante - ríe, sabe sí, que es realmente importante -
- Y vos te pensas que a mi me importa la plata nene? Dejame decirte que estas bien equivocado.
- Kika.
-¿Qué?
- Estás drogada.
La pareja suelta una risotada histérica y se mueven en su sitio, el amanecer aflora sobre el horizonte deforme de la ciudad somnolienta. Xavier la toma por la cintura y la acerca hacia si. Ella por un momento esclava de sus emociones siente seguridad al lado de él. El momento se prolonga casi eternamente. El sol a su vez parece cristalizarse en su sitio y demora su salida para no velar la oscuridad de aquellos dos corazones que se encontraban cada tanto para aunar sus mares de desconsuelo, pero cada vez era peor, cada vez sentían cosas más inexplicables el uno por el otro, la vida de Xavier podía acabar cualquier noche de éstas, en una sesión de ciento cuarenta balas, en una explosión en la frontera del enemigo, en una botella de agua envenenada. La guerra que él peleaba era tan silenciosa y letal que si acababa con su vida probablemente ni él mismo se diera cuenta. Salen del club, Kika se acerca a su mercedez compressor y con la mirada le ofrece subirse a Xavier. A las ocho de la noche de ese mismo día Xavier se despierta instantáneamente en el cuarto inefable de Kika cuando suena su teléfono, extrañamente había descansado, se sentía un adolescente común luego de haber tenido horas de sexo con su amante luego de la salida del sol, Kika parecía un legitimo ángel de Boticcelli tendida de espaldas en el somier desordenado de sabanas negras revueltas, revelando lo generoso de sus curvas de encandilante blancura. Era el Alfa, imposible seguir a Kika, había que reportarse, su ilusión se había quebrado. Decide mejor no despertarla, pero ella desde su largo y pesado sueño de casi doce horas lo siente irse, lo siente cruzar la puerta y luego sus pasos en el asfalto de la calle, sigue durmiendo, pero no por mucho más.

jueves, enero 29, 2009

Evitando Grandes Logros

A medida que va caminando el tiempo sobre el asfalto, a medida que las gotas ligeras de la lluvia del verano caen una a una, pegándose en el gris insuperable, mi corazón va descendiendo, desde la cúspide nevada de la euforia de encontrarte hasta una suerte de campamento base que está muy por debajo. Una esperanza pierde sus múltiples formas en la privacidad de mi escritorio, frente a la estatua de tu cuerpo que mi mente no ha podido evitar materializar. Me doy cuenta que no puedo pretender que atiendas los delirios de un poseído que tiembla en el fuego mortal de un amor descabellado y sin condiciones ni reservas... casi ya sin expectativas...Ésta noche en las voces que hablan solo por la noche habrá función trasnoche y tu figura se repetirá infinitamente mientras sigo escuchando Piaf, pero esta ves es non je ne regrette rien la que desborda el plato del silencio sepulcral que hay en ésta bóveda de sangre que me limita profundamente y me impide ir corriendo a buscarte y no sé... creo que tampoco de esa manera encoraría el tesoro incalculable de tu voz que derrite el hielo de mi espíritu, ese maravilloso tesoro de todas tus células vivas, pero bueh, estaría bueno que se posteara uno el Señor N también, digo para variar un poco...

miércoles, enero 28, 2009

El Gris Letargo

Sí, hay más, hay más palabras dentro mío. Hay más palabras oxidadas y doloridas que brotan desde el fondo del aljibe desconchado que tengo en el pecho. Quién sabe hasta cuando tenga que lidiar con el gris letargo de la falta que me haces, reina mía. Ahora te vas, partes para volver dentro de un tiempo, te vas cruzando el mar, el pequeño mar que divide mis sueños de mis posibilidades, que divide ésta lucha perdida de la otra lucha perdida de que no estés tan cerca como ahora que estas lejana y permaneces en silencio haciéndome dar vueltas de carnero por el aire corroído de ésta soledad sin cerraduras que se posa sobre mis labios como una burla, como una triste risa de sal en mi boca enmudecida de estrellas. Para peor y un poco también en broma, no sé donde pasa un ómnibus que me lleve hacia las planicies de tu corazón de árbol de la vida, ni siquiera se si existe una línea que cruce los dos puntos donde nos encontramos ahora, acuarela de un bosque de ninfas, figura vertical de excelente diseño, pieza angular en el rompecabezas de mi alma atormentada de estrofas silenciadas por la distancia y por un olvido gomoso que a veces no queremos dejar. Que triste sería tener que escribirte siempre desde ésta posición de pirata perdido, cómo quisiera también escribirte desde tu propio balcón, o desde tu amanecer de sedas y de grama o desde el altar de mármol de tus ojos cerrados no sé... siento que estoy sin rumbo en el vasto universo de tu mente femenina y escorpiana. Quizas debá seguir anocheciendo, cada vez un poco más cerca del suelo, de la tierra, del final...

martes, enero 27, 2009

Otro Tonto Poema de Amor

Ahora la calma que precede al vendaval de tu pesada mirada de piedra joven, el silencio en mi alma que crea la vie en rose de Piaf, es bombardeado por el remoto susurro de una posibilidad, de la posibilidad de quitarme de encima al decaído y triste animal de tu ausencia. Voy caminando por los linderos de tu mente, voy delineando un amanecer lejano que es posible... pero vos estas detrás de una cometa blanca que se eleva en el encapotado cielo de buenos aires, yo estoy encallado en ésta ciudad mía, a la que no puedo renunciar. Todas las estrellas se erizan a la vez que yo acaricio el vacío de tus costas, gota de agua dulce, perla liviana de un atardecer de estrellas, agua como la del río en la fundación de macondo, podrás acaso escucharme?


lunes, enero 26, 2009

Todavía acá

La noche se presenta como una mano disuelta,
las sombras cálidas son de sudor y de tiempo.

Yo me voy dando vueltas por el suelo
mientras intento encender la vela de mis meditaciones.

Miro a través del cielo nublado,
veo la luna detrás de una manta de nubes.

Cada minuto es como colgar de una cuerda floja,
perdí la razón, hace mucho, por ese lugar en el aire.

Las flores encantadas de la noche silenciosa
sueltan su olor de brisa y de verano.

Yo me concentro en el pulso enloquecido
y me tiendo a la vera de tu respuesta.

Encontrarás en mí un páramo para decir tu nombre
donde todos los muertos creerán en tu voz.

El árbol somnoliento y hermosos del alba
se alza sobre las rocas sin aliento.

Yo con mis deidades de piedra
Yo con mis innumerables agujeros.

Yo con mis botas de siete leguas
donde pataleo en el pantano de tu ausencia.

yo con mis traumas de malos amores
yo con mi indecencia
yo con mis tartamudeos.

yo...
sin ella
y ella...

Todavía acá.

domingo, enero 25, 2009

Esa Gota Lenta

La tarde gris de enero silba una canción de graves nubarrones y ramas cantoras que arañan tiernamente el aire al rededor de mi boca. Levanto la cabeza entre el rumor profundo de las hojas que vuelan y miro el horizonte donde florecen los edificios de tu ausencia o lo que es peor, las naves, torres y espolones de una inseguridad que lastima donde pone la mano. En éste caso la mano se posa justamente en mi pecho, entristeciendo mi corazón pero avivando más allá del rojo vivo a su sangre salvaje, bordeándola a través del palacio de calamidades que es mi cuerpo con una fuerza totalmente inusitada, con una pasión irracional que amenaza los cimientos de una sobriedad ensombrecida por sus ojos de antiguo ser duradero. Ahora me encuentro maniatado, viendo como surge tu silueta de humo frente a cada uno de mis textos, inevitable, permeandote por los muros de mis exacerbados deseos y acabando expuesta al sol gris y lejano de mis versos, que te encuentran por todos lados, sin siquiera buscarte, que te toman del cuarto de hotel de tu piel y te traen sin que te enteres a ésta sala perdida de mi amor secreto. Debe haber una ruta que me lleve al melódico retiro de tus brazos, un camino que espinos y zarzas por el cual pasaré sin miedo cuando logre ver el pico dorado de tus montañas nubladas. Allí andaré acampando entre los lobos del destino, con la idea grabada a fuego en las piedras lentas de mi mente y con el corazón en la mano, dispuesto a ponerlo en altar de tu fiebre para forjar un circulo donde el tiempo pase absolutamente diferente.

viernes, enero 23, 2009

Diez años después :: Los Rodríguez




Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar,
No te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.

Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
Algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.

Aquello fue un gran punto de partida,
Pero a la vez qué fácil que se olvida.
Diez años después quién puede volver atrás.
Estamos en la tierra cuatro días
Y el cielo no me ofrece garantías:
Diez años después mejor volver a empezar.

Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
No te olvides que soy testigo casual de tu soledad.

Si diez años después no estamos igual, qué le vas a hacer.
Otros diez años más y luego, empezar juntos otra vez.

Aquello fue una linda primavera
Pero fue solamente la primera.
Diez años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
Pero te guardo siempre la primera.
Diez años después mejor reír que llorar.

Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, diez años después, todo sigue igual, nunca te llegó.

Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.

La vida es una gran sala de espera,
La otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
Porque si no la gente no se entera.
Diez años después quién puede volver atrás.

Diez años después, mejor decir que callar...


Ésta sombra

El horizonte como un disparo
va formando una linea de luz
cuando despunta el alba
y caigo otra vez en la cuenta.

Pienso en el condicional
de tu pelo en la tarde.
Quiero sentir el destello
y beber de la luna contigo.

Por la pradera de mi sentimiento
encuentro el halcón y la rabia,
también encuentro la palmera
y el antiguo licor de su savia.

En cada paso que arrojo
dibujo sin querer el retrato
mientras se dobla el silencio
y una ruina amenaza esperanza.

Entraras como la marea
golpeando las rocas del alma,
o el tibio algodón de su forma
vendrá hasta el reloj de ésta sombra.


miércoles, enero 21, 2009

Benny Hill :: 85 años


FELIZ CUMPLEAÑOS VIEJO!!!!


Versos tristes de una noche que acaba

Paso el ala herida de mi memoria
sobre el lago poderoso de sus ojos,
intento enviar un mensaje de guerra
contra ésta nueva trapisonda del destino.

En la selva oscura de mi pensamiento
encuentro la llave quebrada que alguna vez...
y que ahora se parece demasiado
a un número de teléfono y a la idea remota
de un balneario.

Pero hay mucho, cien mil veces más
en el guión encarnizado de éste viaje.
Conoceré el lánguido secreto solitario
o el murmullo embravecido de tus aguas.

Qué se esconde bajo la actriz consumada,
cómo encontrar su rastro de maíz perfumado.
Quisiera llamar al número del amanecer
y liberar la presa de mis labios sellados.

Pero por ahora espero
persiguiendo al alba.

lunes, enero 19, 2009

Cronicas desiertas pst #4 - Hacia ahí

Pisa cada una de las baldosas con cuidado, siente en la garganta el gusto reseco de la noche anterior, puede escuchar el eco de los disparos repetirse infinitamente en su cabeza y los ojos de los muertos, las manchas de sangre, las salpicaduras silenciosas y el desafiante olor de la muerte. No tenía miedo, no podía darse el lujo siquiera de pensar en algo tan descabellado como sentir miedo, no, definitivamente había cientos de cosas más importantes para él que el miedo a la muerte, sabía que indefectiblemente su turno llegaría y su cuerpo caería, su mirada celeste perdería la luz de un solo golpe y luego el descanzo, la eternidad, el olvido. Pero ahora el Alfa le había dicho que guardara reposo, que descanzara, que se jactara en la soledad de sus lamentos por ser tan buen soldado, por haber acabado por si solo, sin más ayuda que la de una buena dosis de efedrina, con siete de los más peligrosos miembros de una de las más peligrosas facciones de alemanes hijos de puta traidores de la patria que andaban en la vuelta, siempre pensando en tomar el control del país, siempre con la cabeza puesta en tomar el mando de aquella bandera de nadie que ondeaba impavida en lo alto del mastil en el medio de la plaza del país. No mientras yo viva, se decía sonriendo y totalemente confiado mientras caminaba un poco sin rumbo por las calles donde la gente paseaba total y absolutamente ajena a aquellos baños de sangre que se daban casi a diario, ajena a aquella amenaza brutal que un día acabaría por llevarse todo al carajo, pero no mientras él viva. Por supuesto que en los momentos como ese, cuando su pecho inflamado de proposito encontraba un respiro de noche libre, no podía evitar pensar en Kika, pero siempre reprochandose la estupidez de su corazón. Por dios, no era más que un chiquillo, un chiquillo que había matado demasiada gente y en cuya cabeza zozobraban las más alocadas y desaforadas paparruchadas nacionalistas. En determinado momento para un taxi, se sube, le indica al chofer que lo lleve al Infra y comienza a sentir algo que no sentía jamas, una sensación extraña en la boca del estomago que no le producía ni los sesos ni las tripas ni las miradas congeladas de los muertos sembrados por su mano joven. En ese momento, en ese preciso instante se le cae la copa de martini de la mano a Kika, justo en el comienzo de unas de esas fiestas de alta sociedad que no tienen fin. Se le cae de la mano, el trago se esparce violentamente, ella grita asustada, luego ríe, se hace a un lado y sigue conversando con su mejor sonrisa y su sus ojos hermosos.

domingo, enero 18, 2009

Poema de un Enero singular

Un momento, en que el mundo se detiene
yo vivo.
En un lugar perdido por los radares
escribo.
Una sensación que me pasa por arriba.

Espero los días y las noches radiantes
ahora solo.
Mil poemas que se traban en las manos
ideo.

Nunca pensé que alguna vez.
Yo lo soñé
hace un tiempo.

Ahora padezco un deseo sin formula,
que masco y escupo sin remedio.
La noche se mete en mí
hasta lo más profundo de mis huesos
y creo que estoy vivo...

Si, creo que ahora si estoy vivo.

miércoles, enero 14, 2009

Más Ángeles

Hoy el día está soleado, en ésta latitud de monos dormidos mi mente se pierde por completo e intenta mantenerse a flote sobre aquel retrato joven, casi de niña que hoy recuerdo otra vez con profundo dolor o alegría (no sé). El almanaque, se ve, que cincha para mi lado ahora que se termina la era de la alfombra azul, donde las noches eran de Tibia y de los Redondos, ahora que viene un tiempo nuevo, un tiempo desconocido pero que promete cosas buenas y nosotros... nosotros sabremos cumplir. Mañana hará fecha de un encuentro muy especial, cuarenta y nueve años de aquel helado en la sombra y de la picadura de un bicho peludo que selló por completo un amor hasta la muerte. Yo saldré a hacer lo mío, con el corazón en la mano, ofreciendo la tierna paloma de mi amor al tiempo que regresa cargado de sospechas de eternidad y de susurro, de invitaciones y esperanzas. 18 de Julio me verá engalanado para recibir al futuro que tiembla de nervios en mi interior y hará una cuna para las mejores palabras que tenga en el fondo escabroso del corazón. Quisiera poder contar el secreto que me apabulla el alma en éste día de enero en el que irremediablemente siguen los caminos, pero es que ni siquiera puedo formularlo con claridad para mi mismo, ni siquiera puedo encontrar en mis adentros la llave que abra el nido de golondrinas que clama libertad en el fondo de mi pecho herido. Yo solo espero, un poco verdaderamente desesperanzado, poder salir a hacerle honor a la fecha y con mi mejor sonrisa, saltar hacia adelante.

martes, enero 13, 2009

Love of my Life :: Queen


Love of my life, you hurt me,
You broken my heart, now you leave me.

Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.

Love of my life dont leave me,
Youve stolen my love now desert me,

Love of my life cant you see,
Bring it back bring it back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.

You will remember when this is blown over,
And everythings all by the way,
When I grow older,
I will be there by your side,
To remind how I still love you
I still love you.

Hurry back hurry back,
Dont take it away from me,
Because you dont know what it means to me.

Love of my life,
Love of my life.

domingo, enero 11, 2009

Nadie en Valizas

Todo el mundo estaba en Valizas. Estaban las raudas ráfagas de viento que transportaban la arena de un paraíso terrenal donde el tiempo parece una materia absolutamente distinta, donde la luna era insoportablemente intensa y las olas eran simplemente hermosas; estaba el arco iris, pintado divinamente con las majestuosas acuarelas del cielo sobre el Atlántico embravecido donde los lobos marinos morían sin remedio y acababan por pudrirse en la arena, a la vista de todos; estaban los argentinos, los brasileros, los de malvín, los de colón, los de buceo, todos enredados en el mismo y perfecto matorral de belleza artesanal que inundaba cada parte del cielo y de la tierra. Todos estaban ahí, los ranchos solemnes, respirando apenas aliviados en el intervalo que les provee el verano; la plaza Leopoldina, con su césped pisado y amarillo, con sus botellas con velas, con su eternidad mortal alumbrando a medias la profunda y acogedora inmensidad donde eramos los reyes de nuestro olvido y de nuestro ínfimo pero incalculable poder de brujos, poder que sin remedio dejamos pasar y vimos correr hasta perderse en el horizonte a causa de las turbias bocanadas de humanidad que se colaban en nuestros pechos inflamados de alegría y realización. Estaba el sol, soberano, genuino, poderoso y perfumado pero intensamente atormentado por gruesas nubes negras; estaba el Timón Valicero, con su pesada carga de historias perfectas, con su vino barato y helado de la madrugada; estaba mi corazón del año pasado, parado en cada rama baja, en cada gota de lluvia, en cada líquido cúmulo de estrellas, mirándome raramente, con mis mismos ojos del pasado. También estaba ésta prosa, entreverada en los pies de los hippies, mezclada con la sal oceánica en el cielo sin límite de otra tarde estival que no voy a olvidar mientras viva. Yo paseaba como un sonámbulo, envestido de mil ensoñaciones, encandilado con la belleza inigualable de la simpleza de los ciclos, la gente y el aire potentemente cargado de un rumor de eterna función de teatro joven. Estaba doña Nuri, en el rincón de los poetas, con toda su vitalidad todavía enraizada en la cachimba de su agua mágica, con su fresca, potente y dulce voz de maga antigua, con sus ojos de vieja hermosa y su promesa de estar también el año que viene. Estaba Agustina, Estela, Yuri, Martín, Karen, Daniel, Panchi y el Bachicha con sus enormes y desorbitados ojos amables, además, aunque de una manera poco tradicional estaba Demian, mirando a través de mis ojos y cantando con mi deshecha garganta de cigarrillos, vino y porro.
Por otro lado debo confesar que te recordé y que no pude evitar extrañarte con lo más hondo de mi alma y desear... desear que aquello que era absolutamente imposible tuviese un lugar fuera de mi cabeza de poeta imperfecto, fuera de mi pecho de gato resentido, pero solo pude desear...
También estaba la Triple Nelson, con su rochanrol blusero Valicero y su profundo, sostenido y cargado de melancolía grito de guerra, con el aullido de la Strato que rasgaba el aire húmedo de la playa y haciendo pedazos todo lo que creíamos que era cierto tocaba los cerros con la punta de sus dedos largos y melódicos, con delirante certeza y con la perfecta euforia del alcohol y los recuerdos. Estaba todo el mundo en Valizas... pero no había nadie... para mi no había nadie, tan solo un lánguido remanente del perfume de María Luz entreverado con el rastro penetrante del cedro santo y de la arena voladora, pero no había nadie, nadie en Valizas al amanecer.

jueves, enero 08, 2009

Modesta composición desde el pasado

Dame
el fruto oloroso de tu ser.
Dame
el barro de tu mirada.

La noche es ahora
y no quedan ya más cartas.

Las aves que vuelan
mientras yo
encuentro lo que buscaba.

Toma
la flor de mi respiración.
Toma
la fauna salvaje de mis besos.

Afuera silba la luna creciente
y ya casi no queda más tiempo

Pero quedará...
porque abriremos a machete
una senda progresiva
hacia el futuro.



martes, enero 06, 2009

Cronicas desiertas # pst 3 - La busqueda interminable

Imposible concentrarse, el teléfono iba a sonar. Para peor, en el caso que no sonara algo raro pasaría y para Xavier las cosas raras eran un lujo que no se podía dar, menos ahora, cuando el pulso de la vida política del país era realmente inestable. Soltó una risotada, se echo para atrás en el sillón, pasó una mano por su pelo, miro el celular... nada. Entonces se pone de pié, da vueltas sobre su propio eje sin saber muy bien qué hacer (cosa que le producía verdadero temor), su mano pálida y adiestrada se acerca a su mentón, decide tomar un baño, pero antes cierra con un metodismo involuntario todas las entradas a la habitación de hotel en la que se hospedó aquella noche de diciembre en la que el silencio era como un bloque de manteca. Mientras se duchaba hacía un recuento mental de las armas que poseía y hacía cálculos indescifrables acerca de lo que tendría que hacer con ellas, se enjabona el pecho completamente ajeno a sus movimientos, un mar de posibilidades bélicas corren ahora por su mente, se da cuenta que no se siente del todo bien, que preferiría ir al "Ultra" y buscar a Kika... Kika..., Kika existía, pero Xavier tenía que creer que no, que mientras la agitación de los bandos no se hallara un poco más controlada ver a Kika significaría ponerla en un inmenso peligro, por supuesto que ella sabía defenderse sola, era una prostituta hermosa, demasiado inteligente quizás, digamos que estaba extrañamente sobre calificada para su oficio, pero su increíble belleza conjugaba perfectamente con su absoluta falta de escrúpulos y de ataduras morales para hacerla conseguir montañas de dinero. Era perfecta, su vida giraba en esas fiestas de frescos y amodorrantes lujos que Xavier sentía sin remedio como algo distinto a él, como algo que le resultaba inasible incluso estando en ellas, con el traje más caro y la mirada más seductora, centro indiscutible de los más retorcidos deseos femeninos Xavier no podía sentirse del todo a gusto en esos ambientes, pero sentía hacia Kika algo que le era imposible formular y mucho menos entender, la quería pero no la amaba, la necesitaba pero no la precisaba para nada sino todo lo contrario, era para Xavier como una alegoría exacta de la vida misma y eso le producía admiración y temor. Suena el teléfono, Xavier sale completamente desnudo y mojado a responder porque sabe que es el Alfa y el Alfa no llama dos veces. Atiende. Sus ojos se cristalizan de obediencia mientras responde que sí, que de acuerdo, que así será, que tenga buena noche, que a las ordenes. Suelta el teléfono entonces sobre el sillón y vuelve al baño. Siete minutos más tardes está pasando por la puerta del hotel mientras cae el sol y Xavier siente que sus lentes negros no son ahora necesarios.


domingo, enero 04, 2009

Almas Parsimétricas

En los profundos charcos de oscuridad que hay en la noche sobrevivimos, enlazados a nuestros ojos o a la traumatica ausencia de ellos. Pataleamos en el barro, como estrellas de pólvora que pretenden iluminar lo inalcanzable. Los labios de ella eran montañas donde la luna ponía sus largos y delicados dedos. Mi tiempo era como una esponja, buscaba en cien mil cerraduras, una cometa con la que pudiera tocar el cielo. Enturbié mis aguas en un solitario aljibe donde el olor a encierro me empañaba la vista y resecaba la saliva de mi boca. Le recé a los parpados caídos de la luna, como si fuera un espíritu de bondad nocturna y me preparé para los agitados caminos del atardecer, me coloqué las espuelas sobre las botas, me empiné una botella y cabalgue perdiéndome en la noche sin retorno de la soledad y la guerra. Herido por granadas de fragmentación, sonreí y ví mi propia sangre manando en un manantial inacabable, en una fuente de poesía que se resistía a ser formulada. De pronto miré el almanaque... era otro año.

Sheep go to Heaven :: Cake


I’m not feeling alright today
I’m not feeling that great
I’m not catching on fire today
love has started to fade
I’m not going to smile today
I’m not gonna laugh
you're out living it up today
I’ve got dues to pay

And the grave-digger puts on the forceps
The stone mason does all the work
The barber can give you a haircut
The carpenter can take you out to lunch

I just want to play on my pan-pipes
I just want to drink me some wine
as soon as you're born you start dying
so you might as well have a good time

Sheep go to heaven
Goats go to hell
Sheep go to heaven
Goats… go to hell

I don't wanna go to sunset strip
I don't wanna feel the emptiness
bold marquees with stupid band names
I don't wanna go to sunset strip
I don't wanna go to sunset strip
I don't wanna feel the emptiness
Bold marquees with stupid band names
I don't wanna go to sunset strip

And the grave-digger puts on the forceps
The stone mason does all the work
The barber can give you a haircut
The carpenter can take you out to lunch

I just want to play on my pan-pipes
I just want to drink me some wine
As soon as you're born you start dying
So you might as well have a good time

Sheep go to heaven
Goats go to hell
Sheep go to heaven
Goats… go to hell.


viernes, enero 02, 2009

Cronicas desiertas :: pst # 2 - Algo inesperado

Lleva los dedos hasta el teléfono, por dentro quiere mandar todo a la mierda, pero sus negocios no se valdrían por si mismo, no todavía, o sea que no había más remedio que enterarse del próximo paso de la agrupación. Ningún lugar era seguro, las sombras ardían detrás de la posibilidad de encontrar la linea pinchada e intervenida por los enemigos, que él, extrañamente enamorado del modismo brasilero de las favelas, llamaba alemanes, con una alegría tenebrosa que daba entender a todos que el sería el ganador, al menos ante los libros de historia. Lo cierto es que nadie lo recordaría fuera del circulo de alacranes que formaban ambos bandos y la eternidad se comería su nombre y su retrato, algunos años después de que prendiera el teléfono y se sentara, recién bañado a esperar la llamada del Alfa. La tele enfrente a él se burlaba también de su semblante endurecido por la cantidad de muertes que había visto en la última semana. Sonreía, ahora sí completamente desesperanzado al adivinar a ciencia cierta que ni una sola de sus acciones aparecería en el informativo central. La caja de cigarros esta demasiado lejos, sus músculos se hallan en absoluto reposo, el teléfono todavía parece aletargado por un raro detenerse del tiempo en la sala de su casa de paso, donde había pasado aquel retazo de noche y había encontrado este mediodía donde el teléfono era varias cosas a la vez.
Lo cierto es que el teléfono no suena aún y Xavier esta comenzando a sentir esa cosa tan especial que aparece cuando todo lo demás calla y mira para otro lado. La verdad. La caja de cigarros continúa, como es natural, fuera de su alcance y resopla por lo bajo mientras ve que no, que el celular no se mueve y entiende que algo le pasaría sin falta. Piensa en mil cosas, en como salirse de algo que es incapaz de concebir, de una maldad o una trampa propia de otro soldado bien adiestrado, pero no tanto como él, ya que Xavier ya sabía, en un razonamiento básico y un acto reflejo, que tendría que saltar por la escalera de incendios y su Beretta estaba siempre al alcance de su muñeca veloz como una lagartija y elegante como una gacela de brisa, trotando en un mar de espumas. Pero volvía a descubrirse con pensamientos como éste, realmente se preguntaba si conocería al rival que le hiciera honor a su propia sabiduría, solo tenía 19 años por aquel entonces, pero de todos modos casi nadie había visto a un recluta tan hábil, mente fría y desalmado como Xavier, la agrupación no demoró en distinguirlo y traerlo a combatir por entre los demás jóvenes impetuosos, que creían llevarse el mundo por delante cuando lo que se cargaban eran las cenizas del asado de fin de mes de aquellos que realmente tiraban los dados y se reían de muy buena gana viendo de rebote esas notas en que los contribuyentes piensas que existen y que los peatones imbéciles se paran un segundo frente a una cámara para decir que hay mucha inseguridad.