miércoles, marzo 30, 2011

Visita de Hugo Chavez a Uruguay


Ta, hoy con la visita de Chavez y la mar en coche es un día bastante peculiar. Arrancando por el polémico dibujo publicado por el diario el país, donde un conocido caricaturista uruguayo realizó un retrato del presidente Venezolano en el cual lo hace ver como una suerte de mono, de gorila. Lo que en un principio puede parecer atrevido, osado, y hasta diplomaticamente peligroso (para nosotros, obvio) aparece en una segunda lectura como (además de cómico) una pequeña, inofensiva pero en última instancia sana forma de la oposición de hacer una pequeña movida de esas que nos encantan a todos, con imágenes polémicas y con golpes de efecto lineales y peculiarmente poco serios. Me recuerda a aquella caricatura de Alá que había salido en un diario francés, creo. Al menos los franchutes se metieron con un groso posta, después de todo uno es un personaje de carácter divino, con connotaciones vengativas y bélicas de alto perfil y el otro es solo una mera creación del ser humano para satisfacer su primitiva necesidad de sumisión ante un poder supremo identificado generalmente con un solo tipo. Gran saludo a Chavez igual y otro para Alá también, no sea cosa que se nos enoje...

sábado, marzo 26, 2011

Anticipación de Abril

pluma de abril que te insinúas en la sombra
fresca claridad de los árboles amarillos
un instante de perderse en un perfume floral
y un gris ejercito de nubes, lentas y solemnes
como una inmensa y vaporosa montaña nevada

Momento de estático mosaico en movimiento
luna de los que añoran una lejanía primitva
envuelto en la neblina de tu aliento otoñal
pregunto formas imposibles de adivinar o predecir

Lugar en el tiempo, resplandor de monte adentro
ágil piscina de perlas, donde rápido el ocre se resbala
sobre las pálidas veredas de una ciudad adormecida

vuelve el viento
la calidez
el alma.

jueves, marzo 24, 2011

Pequeña reflexión sobre los medios y la responsabilidad de los comunicadores


Hoy, como todos los días jueves, dirigí mis pasos (en ómnibus) hacia CX28 radio Imparcial, donde junto a mi querido primo, intentamos sostener una humilde columna de rock (cien veces mejor que cualquier otra) desde hace ya casi 5 meses. Muy bien, llegando algo tarde, subo por la escalera hasta el primer piso, donde se encuentran los estudios en cuestión. Dentro del mismo se hallaba el conductor del programa, mi querido primo y tres personas más de las cuales no sabía yo nada más que el simple hecho de que se encontraban ahí sentados, para compartir el programa con nosotros.

Habiéndole dejado a la operadora de turno, el material de audio concerniente a nuestro mencionado espacio, me encamino silenciosamente a tomar asiento dentro del estudio. Hasta ahora todo bárbaro, la cosa es que los empiezo a escuchar hablar y con mi ya típica lentitud, comienzo a darme cuenta que hablan de un proyecto social que parecía llamarse "Limpieza del arroyo Malvín". Las dos mujeres y el hombre (tocayo mío) conversaban animadamente acerca de cómo su proyecto, que tenía ya algunos años de vida, aportaba una sustancial mejora tanto al medio ambiente como a la comunidad de algunos asentamientos del barrio, de cómo una vez trabados los primeros lazos entre los pobladores y este grupo de "ayuda social", los trabajadores notan que la problemáticas de los habitantes de los asentamientos, sus verdaderos problemas de fondo, que son en definitivamente las dificultades con las que se enfrentan día a día, son sin lugar a dudas, las mismas que las de los propios trabajadores y que en base a este descubrimiento (tan pero tan relevante e inimaginado) se comenzaba a derribar la barrera entre el "ellos" y el "nosotros", en las propias palabras de una de las trabajadoras sociales.
Ahora yo pregunto, con mi singular capacidad de ignorar las cosas, por qué no se está hablando de lo realmente relevante, de aquello que sin dudas merece toda nuestra atención, ya que los informativos centrales de todos los canales de aire del país, parecen dedicarle cada esfuerzo. La pelea de Chris Namús y el video de los milícos. Nada, ni una sola palabra, los trabajadores sociales hablaban de la limpieza del arroyo malvín y de la marginación y el contexto social verdaderamente crítico (al menos en lo que respecta a la realidad de nuestro paisito), hablaban de la vida de la langosta y de cómo sacar unas bolsas de basura de un arroyo podrido podría perfectamente estar ayudando a cambiar el mundo.
Los minutos pasaban y nadie parecía soltar prenda sobre ninguno de los dos asuntos... Nadie. Cuando fuimos al corte, el ambiente intelectualoide del interior del estudio se densificó tanto que apenas era posible respirar con normalidad, las miradas serias y los aportes constructivos parecieron quitar totalmente de la palestra los temas que verdaderamente importan. Al volver del magro segmento donde se acomodan los avisos de los auspiciantes, sonó la canción "piel de zorro" (del disco Mateo & Rada) que ofició esta noche de cortina para nuestro espacio, una vez hechas las presentaciones y los saludos pertinentes y antes de saltar a lo que nos concernía en realidad, me vi en la obligación, en el duro pero a la vez ineludible compromiso de tomar la palabra para tocar al menos, uno de estos pesados temas. Quitándole tiempo a todo el material que con arduo esfuerzo había logrado recavar para la columna, tuve que hacer mis pequeños descargos en contra de la corrupta industria del boxeo y de la paliza monumental que recibió nuestro principal par de guantes femeninos. Esto provocó una efusiva aunque breve disertación del conductor del programa acerca del tema, donde denunció la "joda" y la vergüenza que tiñó por días enteros nuestro precioso pabellón patrio.
Hicimos la columna entonces, pero con la honda satisfacción de haber colaborado y alimentado con información y juicio de cálidad a la exaltada opinión pública. Faltó el tema del vídeo de los milicos, pero estoy pensando en dejarlo para el Jueves que viene. Al fin de cuentas la comunicación la hacen los medios, y a los medios los hacen los comunicadores (y los sponsors).

lunes, marzo 21, 2011

De las cosas que habla mi pueblo


Yo soy así, o paso una semana sin escribir, o escribo todos los días, o escribo un día por medio, o dos días si y uno no. Sin embargo mantengo siempre una constante, que es la falta de calidad literaria. Muchas veces sé y comprendo que mis textos se alejan bastante de lo comúnmente llamado popular ya que intento deliberadamente excluir de mis escritos la mayor cantidad de lugares comunes, tarea en la cual casi siempre fracaso rotundamente. Esta vez, mientras venía caminando bajo la intermitente sombra de los arboles pensaba que debería acercarme más al sentir de mi pueblo y a lo que ellos mismos no pueden parar de pensar. En eso fue que pasabamos junto a una pareja de mujeres de mediana edad y las escucho decir que "sí, porque hay como 10.900 desaparecidos". Inevitablemente, porque de alguna manera pertenezco, me debo a mi pueblo y su sentir generalizado, decidí que apenas llegara me plegaría a esta preocupación haciendo lo poco que puedo, que es escribir algo acerca de todo el tema este de Japón y el dichoso Tsunami. En el siguiente texto, por lo tanto, haré una suerte de recopilación de los datos que van y vienen en las bocas de, no solo mis hermanos uruguayos, sino de una buena parte de la población mundial.

Bueno, por un lado lo primero, la ola. Las imágenes de la ola recorrieron el mundo a la velocidad del agua, la lengua negra del Tsunami devorando de forma atroz e irrefrenable los plantíos, las casas, las gentes, los autos, las casas, los autos, los plantíos, las gentes, las casas, todo en una marejada densa y oscura, llena de muerte y destrucción, llena de una fuerza destructiva tan ancestral que desconoce e ignora por completo todos los métodos humanos de contención. Imágenes de la televisión local, imágenes de celulares, todo tipo de imágenes mostrando una misma y terrorífica cosa. Es sencillo espantarse hasta la médula al ver como la pasión renovadora y dinámica de la naturaleza hace con los elementos lo que se le antoja sin que haya persona o colectivo capaz de detenerla o de mitigarla. Es entonces donde aparece la primera de una larga fila de dudas filosóficas: será que la tecnología de las comunicaciones y el (relativamente) nuevo boom de los medios de comunicación de disfrazar el sufrimiento ajeno de periodismo, es en última instancia la verdadera responsable de tanto horror a nivel internacional. Será que las nuevas televisiones LED nos acercan más a nuestros hermanos japoneses en su horrorosa tragedia. Será que en una antigua televisión a blanco y negro, la cantidad de compadecimiento no es tan alta como lo sería a través de la Alta Definición o High Definition. Retrotrayéndonos a la vieja triquiñuela griega que duda de la existencia de un estruendo en medio del bosque, producido por la caída de un árbol si no hay nadie que lo presencie, podríamos decir que en el caso de no existir las transmisiones satelitales inmediatas, nadie estaría conmovido por la magnitud de la tragedia japonesa?. Cómo funcionará la psique de un beduino que a mitad del desierto carece de los medios tecnológicos como para acceder a la información del Tsunami?. Será esta persona menos sensible y compasiva que la vecina, el vecino que asiste religiosamente a la actualización diaria, al seguimiento compulsivo de la noticia en el informativo central? Bueno, la dejo picando.

Por otro lado, el tema de las centrales nucleares, segundo pilar de una tragedia infernal que parece no tener más solución que el ahínco y la paciencia del pueblo japones. Yo nunca había visto (quizas por no haber presenciado de modo consiente la tragedia de Chernobyl) a doña María o a don José tan empapados en temáticas tan complejas como el funcionamiento o la vulnerabilidad de una planta de energía nuclear. Que la coraza, que el reactor, que la radiación, que el plutonio enriquecido y que por favor no se vaya a fusionar el núcleo porque ahí si que mamita que lo tiró. Ahora, dadas las circunstancias y sobre todo la extremada masifación del suceso, cualquiera es capaz de aventurar una hipótesis sobre el tema. Hasta yo, desde mi total y más absoluta ignorancia sobre el tema, puedo decir que esta bravo el tema, que pa' mi que se van a tener que ir a vivir todos adentro de las montañas porque la radiación que anda en la vuelta no la saca ni Magoya. Es entonces que a uno se le da por pensar que lo que realmente nos interesa no es la incalculable pérdida humana sino el mero hecho de tener un tema de conversación en una preciosa tarde de principios de otoño, la mezquina posibilidad de tomar partido con vehemencia en un asunto que no nos concierne más que como colectivo humano. Lo cual es comprensible dado la condición de nuestro país de ser un verdadero país "fotografía".

Qué es entonces, en resumidas cuentas y con una mano en el corazón lo que nos lleva irremediablemente a discutir el tema una y otra vez, a querer estar informado al respecto, a ver y a rever en youtube los vídeos de la ola, a necesitar compadecerse del pueblo japonés y a temer y a estremecerse con este nuevo y abrumador revés de las aguas y las placas tectónicas. Vaya uno a saber... por suerte ahora está el tema de la guerra en Libia, digo, para variar un poco, no?.

viernes, marzo 18, 2011

Breve Crónica-Ediorial del encuentro Liga de Quito Vs Peñarol

El club de mis amores, los colores que visten mi corazón, la historia que llena de gloria la historia futbolera, la tradición inalienable. El Club Atletico Peñarol disputó anoche uno de los partidos correspondientes a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América, máximo certamen futbolistico de estas tierras, con resultados que a esta altura ya son conocidos por todos. Bien entonces, a continuación dejaré una pequeña crónica-editorial sobre el asunto: En un principio me había olvidado del encuentro debido a otros compromisos adquiridos que de alguna manera llenaban todas las casillas horarias del día 17 de marzo (en realidad yo creía que se jugaba el 18), por lo cual ya podemos decir que habíamos arrancado mal. A la hora 20 llegué a la casa de mi madre con el proposito de hacer un poco de tiempo mientras mi "chica" concurría a una clase de facultad en Durazno y Convencion. Haré un mínimo hincapié en el hecho de la casa de mi mamá, donde con tan solo tres añitos de edad, pude presenciar en compañía de mi padre, la frénetica victoria de mi club frente al América de Calí. Recuerdo los desaforados alaridos de mi padre y de mi abuelo, su llanto frénetico, sus abrazos ante el gol de Diego Aguirre en el último minuto, cuando accedimos por última vez al preciado título internacional. Sin embargo, la historia sería bastante distinta para la noche de ayer. En el informativo central del canal doce, como decía, me entero que el compromiso entre Liga Deportiva de Quito y Club Atletico Peñarol sería disputado a la hora 21:30 en nuestro país. La casa materna lucía un profundo y agradable aroma de tuco y pastas, comimos. Se levanta la mesa y se pone el canal deportivo que transmite la Copa. El marido de mi madre (ferviente hincha del Club Nacional de Football) se sirve un vaso de vino tinto y se sienta en el sillón amarillo frente a la mesa ratona a disfrutar del match, yo me hago de un cigarrillo y me arrimo a la ventana del séptimo piso para evitar que el humo genere disturbios en el aire que respiraban mis pequeñas y revoltosas hermanas menores. Se mueve la pelota, termino el cigarrillo y me siento a un lado del hombre del vino para ver el juego. Desde un principio noto que la estrategia de Peñarol es tremendamente defensiva, de forma comprensible al estar jugando en la altura, sin embargo, noto que los estan dejando patear de media distancia, cosa que en la altura de Quito, siempre es un tema bastante peligroso. Gol de Liga, el balón rebota en la pera del guardameta Sosa y al parecer algo mareado, éste intenta recuperar el rebote, chocandose torpemente contra uno de los defensores que intentaba a su vez despejar el peligro del área. Centro rastrero al medio y el Mono Luna (dolorido tràs una preciosa infracción del negro Freitas) manda el balón al fondo de la red, anotando el gol número 12.000 de la historia de la Copa Libertadores. Seguimos mal, ese record, al igual que casi todos los otros de la mencionada copa, debería haber sido del Carbonero. Me llama Lola, que había salido de la charla y bastante caliente yo, me calzo la mochila y tras saludar, pido a mi madre que me abra la puerta de salida del edificio. Camino tres cuadras por peatonal Sarandí y se larga a llover de manera bastante fuerte, corro mientras para distraer, escucho la grabación de la columna de actualidad del Señor Darwin Desbocatti que trataba de viejo lelo al empreador del Japón, por su nefasta ante los medios locales. Sigue lloviendo y yo corro por la rambla hasta encontrarme con ella a escasos metros del jardín de infantes al cual concurrí yo siendo apenas un niño (curiosamente en aquellos años en los que había visto a Peñarol, coronarse campeón de América). Caminamos alegremente mientras reíamos de mi atuendo veraniego y conversabamos acerca de la clase que ella había abandonado hace pocos minutos. Me olvido un poco del partido mientras caminabamos hacia el trabajo de una amiga de ambos, una vez ahí me percato que se esta, ahí también, observando el partido que para ese momento, ya iba 2 a 0 a favor del local. Ahí permanecimos al rededor de unos 25 minutos, en los cuales mi club recibe otros dos goles en contra cayendo, como es de suponer: 4 a 0. La amargura y la decepción que me invade nos invita a continuar la marcha hacia la casa de ella. Me olvido del partido, a fuerza de besos y caricias y llegamos a su casa. Esta tarde, cuando pongo la radio para entretenrme un rato me entero que el resultado final del partido fue 5 a 0 en contra de mi queridísimo equipo del corazón. No conforme con eso, me dicen por la radio que el Lolo tuvo la oportunidad de marcar el gol del descuento en instancia de tiro penal... y la desperdició.

Hablando de Cuerdas


Hace tiempo que no escribo, será que ando en otras cosas? Bueno, puede ser, sin embargo acá estoy, intentando tirar de mis palabras como si fueran una piola de esas que generan una cantidad importante de fricción y que eventualmente te ampollan todas las manos. No sé si alguno de los amables lectores de este espacio se ha visto alguna vez en la situación de tener que trabajar con una cuerda, amarga y sin embargo útil compañera de tareas, la cuerda tiene esa dualidad de acercar las cosas y de alejarlo a uno de lo que podría llamarse comfort, porque como decía, el simple hecho de cinchar una cuerda (amarrada por el lado opuesto a un objeto de mediano peso) genera irremediablemente un doloroso ardor en la palma de las manos que casi siempre resulta en alguna ampolla. De todas maneras el balance general de la experiencia cuerda resulta casi siempre positivo, ya que sin ella deberían acarrearse manualmente baldes de material, bidones con agua, muebles de gran porte y otras cosas. El trabajo en la construcción, por ejemplo, requiere casi siempre la presencia amable de este elemento, por eso no es de extrañarse que a la hora de enfrentarse a la construcción de un texto como este, sea más que menester la utilización de una cuerda... para ir sacando las palabras digo, no?

lunes, marzo 14, 2011

Primeros versos de Otoño

El cansado manojo de luz dorada
resbala en la tarde de memorias frescas.
La blanda soledad de los arces
baña de triste ocre las orillas grices
mientras busca compañía
entre el humo de los autos.
Una paloma, un gorrión, una gaviota
y la última de las negras golondrinas
se esparcen con holgada placidez
hacia los cuatro puntos cardenales.
El brillante resplandor del astro
rebota con ternura entre la brisa fresca
quedan palabras... como flotando por el aire
Mientras el cansado manojo de luz dorada
va renovando nostalgias de nuevas memorias
y acariciando la piel, erizándola doce veces...
hasta la ventosa madrugada del otoño.

jueves, marzo 10, 2011

Poema de madrugada para Lola

Me estrellé contra tus luces, nena
estoy perdido en un mundo de divagues
solo me alcanza el olor de tu piel,
la honda caricia de tu mano.

Estoy bailando sobre el humo
en este tibio amanecer de marzo.
Me robaste todas las letras
los pensamientos y el latido.

Será por eso que tiemblo en la penumbra
que me aferro a un temor de antaño
que parezco un opa, intentando seducir
a una hoja que cae del árbol,
al sencillo y delirante brillo de tus ojos.

Será por eso que tengo este miedo de perro
esta nostalgia por un tiempo que todavía no llega
esta acidez de enamorado
esta poesía tan cursi...

Ahora estoy en casa
deliberadamente
pensando en vos.

Se me retuercen las tripas
con solo pensar que estas conmigo
más allá de las promesas
más allá de la trancadera
del sueño y la realidad
de la libertad y el encierro
de la fortaleza y la cobardía
más allá de nosotros mismos,
yo también estoy contigo.

Más allá de no estar juntos acá
puedo decir que estamos juntos
acá.

Me miro con temor al espejo de mis sombras
me veo con tus ojos, respiro tu aroma de hembra
y me derrito, me fundo para siempre en un deseo
constante.

Y pordás no creer en mí.
Podré tenerle una fobia tremenda
al hielo rotundo de tu alma en un futuro,
pero no.
No pienso renunciar a tu presencia,
tatuadas dejaste tus huellas
por mi cuello.

La luz se asoma en la triste ventana
sigo contigo,
amparado ahora en la soledad de mi casa
estoy contigo y siento como mío
aquello que te hace sufrir
y te despeina en medio del desierto.

Este viaje hacia el mar de tu mañana
ha sido totalmente distinto
las flores de papel al lado del camino
hablan de algo que casi había olvidado.

Quedarán poemas cuando salga el sol
de una vez y para siempre,
quedará esta magia primitiva
de dos bichos que se miran
y se dicen que se quieren
sin decirlo.

Estoy Seguro.



lunes, marzo 07, 2011

Noche de Extraños Temores

Abandonado a esta hora de celos
Estoy atorado en mis viejos sentimientos
Me aferro a lo que he ganado
Y ya no lo quiero perder.

Cuento los minutos, enserio
Y es pero la respuesta.

La noche me indigesta con su licor amarillo
Las sombras que pululan en tu aire
Un repentino ardor en el inicio del pecho.

No encuentro la calma que tenía yo antes
No encuentro el sosiego de saberme solo
Solo encuentro esta carta en mis manos
Y la tengo que jugar…

Estoy advertido de prontas traiciones
Pero suelo ignorar las advertencias
Y prefiero morirme ahogado en esta duda
Que preguntarte si en verdad…

Mi alma esta acostumbrada a soltar
Pero suelto a mi alma yo en esta noche
Y me quedo sin tu única respuesta
Mientras el cielo recorre cada minuto.

No hay contestación, no, no hay
Son tantas las cosas que uno hace
A veces, sin querer, no escucha
El sonido vibrante de un mensaje.

Y doy vueltas sobre el reloj vacío
Y pienso en lo poco que sé
Y lo que me han dicho
Y no sé.

Me paro de manos a desahogar esta tensión
Repito la ennegrecida miseria de mi espiritu
Ante esta duda siniestra, simiesca, podrida.

¿Qué es lo que me cuestiono?
Bueno, no sé bien que es lo que me cuestiono.
Solo mido la densidad de tu ausencia
Contra el cristal empañado de esta noche profunda.

Y doblo por sobre el negro alarido
Y vuelvo a contar la hora
Y lo que siento
Y no sé…

Las cuatro han golpeado ya y mi corazón
Lejos de apaciguarse, cabalga cada momento
Comparte la irracional necedad de este capricho
Y vuelve líquidos los pétreos humores de mi cuerpo.

La crisálida en mi pecho late por despegar de su dolencia
Y me doy cuenta de cuánto he cabalgado a tu interior
De cuánto me has dado con tus modales sencillos
Y tus vestidos floreados.

Cuánto me nutro yo de tu sonrisa abierta
Cuánto de tu alma bebo yo a cada instante
Cuánto sudor intercambiamos tiernamente
Cuánto…

No consigo reposar a causa de esto
Esta precoz pertenencia que me une a tus latidos,
No puedo mitigar el ardor en mis pulmones
Que causa la ausencia de tu aire.

Pienso yo además que en tu cabeza
Tenés que marcar pautas sinceras
Nadie quiere que vos cambies…

Pero yo no sé de donde viene
Este tormento partidor de mis ojos
Este retorno oscuro de tus aguas verdes
Este pasillo a media luz
Que es mi interior.

Y escupo el orgullo que me ensangrienta los labios
Y adivino el manojo de silencios
Y esta espina en el dedo
Y no sé…

Por ahora respiro y necesito un cigarro
Frente al espejo de mis prejuicios
Me veo asustado e indefenso
Ante la libre voluntad de tus acciones.

Pero el humo no me devolverá la calma
Esa que te llevaste contigo en la mochila
La calma que no encontraré hasta mañana
Cuando todo haya pasado
O andá a saber lo que pasa.

Quince minutos de absoluto silencio
El ventilador de la maquina silba
En trance de absorto espectador
El cielo afuera está hermoso
Y las estrellas te bañan

Nunca pude darme cuenta en qué momento
Cosí mi corazón en tu solapa,
Tanto que si toses yo me resfrío
Y si te vas me tengo que ir a la mierda.

Mira que yo sé que no puedo sembrar
La confianza de los años adquiridos
Ni cosechar tu total consideración
O eso parece.

Y la hora me resbala por el alma
Y sé que estas despierta,
Y nadie contesta
Y no sé.

Me quedé colgado en este lapso
Varado como un velero en el olvido
Triste como un mono navegante
Lejos, frente a orillas de silencio.

La neblina que empequeñece mis ojos
Parece un largo tul de tela china

La barata reaccion de mis entrañas
Y la cómica razón de mi experiencia
Tomo como un licuado
Mientras me muerdo la lengua
Y escribo.

Y las cuatro y media han dado en el templo del morbo
Y la cerveza ya anestesiará la herida
Y una vez alguien me lo dijo
Y no sé.

miércoles, marzo 02, 2011

Hacia la mañana

Surge de las entrañas de la tierra
un aroma azul de escamas calientes
una sensación de bríos y de fortunas
como un manantial de la mente.

Entre el perturbado silencio de la noche
aves con ojos agudos apuñalan la penumbra
mientras se desgajan sueños...
perdidos en latitudes algo lejanas.

Es mejor entonces escuchar
el murmullo beige del río
su manso retozar sobre blandas orillas
y afilar los cuchillos para la faena
en la mañana.