Sombra pasajera… que se va volando, sobre ventanas opacas y sentimientos encontrados. Remembrando, recreando y añorando aquellas noches de tregua entre los cuerpos amalgamados por un amor infinito. Lamo mi herida con ira y resignación, con poca esperanza y un deseo de horizonte que no puedo contener. Poso mi mano en el cielo, apenas, de a poco, durmiéndome con la sangre en la frente y en los labios secos.
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