La PC en el cuarto

El aire denso y húmedo del verano era más que doloroso y pesado adentro del cuarto del papo. La PC ya había ocupado un lugar de privilegio en el caluroso recinto. A pesar de nuestras insistentes recomendaciones, a la voz de “papo vos estas loco” ,“cómo te vas a poner la maquina al lado de la cama” “te va a venir una tortícolis que no lo vas a poder creer”, “vos pensalo y te vas a dar cuenta que es una locura”, el había decidido ponerla nomás, a un costado de la cama, para usarla acostado por supuesto. Ese día me quede en su casa, después de mucho tiempo y tuve el privilegio de verlo en plena acción, tiradito así sin más, sin remera, (y sí, con éste calor) con el tecladito sobre la falda, jugando al solitario... en la cama. En cierta forma se mostraba orgulloso de su logro, con frases que rayaban lo hedonista y con caritas de “viste, no me vas a decir que no esta impecable”. No, no está tan impecable. La remató cuando puso el ratón en el piso y lo manejaba con el brazo caído por el costado de la cama, ostentando grandemente su habilidad y su astucia.. No demoré mucho en tomar su lugar y probarlo por mi cuenta, al principio, debo confesar que me agradó, en una forma visceral y de gordo cómodo. Comencé a escribir este post a pedido suyo y ya pasaron cinco o seis canciones de la playlist y les puedo confesar que me duelen hasta los meniscos. Bueno veremos como evoluciona la cosa, sobre todo ahora que se va a poner a laburar enserio con la PC. Yo me voy a reír desde mi silla, igualmente dolorido pero siguiendo los estándares racionales de esta estúpida e incomoda civilización.