Digale NO a las excénticos:

Yo, por mi parte, es decir yo pienso de qué, a mi juicio, hay gente que es excéntrica, no hay nada que hacerle. Tipos o tipas que viven en un mundo de locura material, de vorágine consumista que los lleva a extremos casi intolerables como tan pronto ganan dos mangos, se llenan de un envalentonamiento material e inflándose con la ventolera del papel moneda salen corriendo hacia la automotora mas cholula que se puede uno imaginar y le susurran al oido del vendedor, quien se hará el superado y tratara de no dejar brotar ni un cuarto del sudor que se le atora por los poros (para que usted no se de cuenta que si le ofrece menos de lo que vale el le tendra que decir que sí, son excepción) cuando usté le diga "si maestro, me llevo aquella", señalando la 4x4 mas grande del continente, o uno esos mercedes benz compressor de los nuevos, o esa camionetas utilitarias que son la peor expresión del mal gusto posmoderno y al mismo tiempo el vértice evolutivo del ingenio simiesco al que estamos condenados. No señor, eso no. Yo, para combatir eso, para darles por tierra con mi humildad imponente su insoportable necesidad de resaltar a cualquier costo, porque lo mejor que se puede hacer en ésta vida de moluscos cuando se está en medio de una situación que decididamente apreciamos como totalmente incorrecta, es predicar con el ejemplo. Decía, por tercera vez que yo no soy como ellos, esas excentricidades no son para mi, yo soy más tirado hacia las cosas sencillas, para disfrutar con altura de lo simple y majestuoso de la vida. Yo, a la hora de comprarme un vehiculo, en lugar de comprarme esos mamarrachos horrorosos, lisa y llanamente fui con un conocido que esta muy vinculado rodados varios, un tipo muy honrado, muy laburador, fui con él y le dije, imbuido en la incuestionable humildad que me caracteriza, Jorge, quiero un camión de bomberos. Cuando al fin lo tuve, comprobe desde mi amplio asiento las bondades de pensar con claridad y verdadero pragmatismo a la hora de adquirir un medio de transporte.Pienso entonces cuando manejo por la avenida en mi nuevo y flamante (perdonen el adjetivo fácil) camión de bomberos, en esos pobres tipos que andan por ahí, ostentando el delirio obstinado de su poder adquisitivo, montados en sus porsches y pienso en ellos con cierta pena y si veo alguno por la rambla o por la ruta, les toco la sirena y los saludo con la mano, como alentándolos. Ahora estoy pensando en un coche fúnebre para darle a la familia el espacio que necesita para ir de a muchos a eventos varios sin caer en esos tan desdichados lugares comunes pero sin olvidar tampoco lo importante que es darle al aspecto de uno un toque original e innovador y poder ir con elegancia a todo tipo de reuniones sociales, como bodas, casamientos o lo mismo velorios.