Bajo el pálido retazo de este cielo encapotado
somos, queremos ser, tratamos y evitamos.
Todos los verbos parecen vacíos en esta hora
en la que el aciago regalo de nuestra gloria
parece ser solo un reflejo ausente de lo que pudimos ser.
El tiempo se detuvo durante un par de semanas
en pleno Julio vino el verano a visitarnos
con su racimo de claveles, con su olor profundo,
sin embargo hoy miércoles, día austero y húmedo
retornamos por los caminos hechos para volver
al sitio mismo de donde habíamos partido...
Esta cárcel de fascinación y ensueño,
este matorral de vanidades y miserias
donde han crecido los retoños de nuestro espíritu.
Vuelo, vuelo por los rincones bajos
de esta sueño hecho pedazos...
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