Murga curativa de los tropezones del alma
voces del fondo del alma que claman.
Madrugada como un grito silencioso
escala la cortina de humo de la ciudad
y hierve en sus lentas y lejanas
meditaciones.
Uno a veces se queda mirando
como el tiempo se abre paso entre las nubes
y el cielo se derrite para cumplir su cínico ciclo.
Voy parado en los pedales de una canción triste
sonriendo mientras sueño con escaleras de oro
y salpico mis lagrimas en tus hombros
y me miras
y hablamos...
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