Es tarde en la tarde y un ratón corre por el suelo contra la pared. Mi vista está nublada por el polvo de las nuevas destrucciones, mi nariz está irritada por la alergia al desarrollo incierto de estos instantes de grises nubarrones. Siento el frío de la desolación corriendo por el lado interno de mis dientes. Ella está ahí, posada en su jazmín como un picaflor impertinente, me mira, me acaricia y por un momento siento que todo está bien. A su lado nazco cada cuarenta segundos, veo el sol, veo la luna, las estrellas y un comenta. Por debajo de estas letras crece la hiedra de un futuro, como todos, sin certezas, disfruto este instante, con su sabor a sangre, a rebanada de misterio, a pedazo de infinito condensado en mi saliva algo espesa. Mi mal aliento me acobarda por pensar, sin querer, en acaso un sino nefasto que me persigue, por ahora sin alcanzarme del todo. Veo el reloj, salgo al aire en 24 minutos.
3 comentarios:
Me alegra que disfrute y que pueda andar por el aire, las nubes, y todo eso....desde aqui, en la tierra, abajo, ahi donde seguramente no se ve muy en detalle, se le recuerda y se le saluda !!
Y se lo quiere, aunque no me responda, pero bien......mi afecto es incondicional. vamo' arriba eh!! disculpe la molestia....
Pah, te juro que no me di cuenta que habías comentado.... un sorete. Pero nada que ver :s Ud. Sabe que desde acá también se lo quiere y abundate.
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