viernes, mayo 01, 2015

Detalle sobre Existencia


Los brazos se estiran más allá de lo físicamente posible, el aroma del cebo de la vela envuelve la lóbrega penumbra del silencio y todo lo que antes brillaba y era tierno y próspero, hoy es una vaga reverberación en el hueco solitario de la órbita del ojo. El tiempo, gelatinoso y visceral, urdido, rocoso, desmenuzado y desplumado por la incesante consecución de los conceptos se vuelve una materia grasa que chorrea lentamente por los dedos y se pierde para siempre en el frondoso pastizal amarillo del olvido, donde los espantapájaros son recuerdos de horas felices y los cuervos son las garras atronadoras de la eternidad insaciable. Cada cual, entrenado para no ser más que un leve soplo sobre la superficie del vasto océano, intenta aferrarse a la balsa de su propia conciencia, mientras el furioso oleaje amenaza destruir todo aquello que flota, vuela o serpentea lleno de vida. La muerte, indómita emperatriz de la existencia, baila en la oscuridad más allá de esa misma vela, se desentiende de nuestras oraciones y no perdonará cosa alguna en este universo, quizás en otros pierda su fuerza natural para convertirse en polvo de otras mesas, en lluvias olvidadas sobre otros montes de fresnos, en hojas doradas de otoños que desconoceremos para siempre, pero aquí, no existe otro final, otra conclusión posible para las cosas que tienen nacimiento. Yo espero el corte comercial de este programa de televisión para seguir viviendo, repitiendome una y otra vez que sigo siendo yo, que todo esto puede ser una estúpida ilusión... pero también puede que no lo sea. 

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