Rompiendo la noche de las barras
estirando el tiempo cansado
en cada borrón
en cada silencio
pasado por agua
entristecido de dulzura
abandonado a mi mismo
paso el brazo por la penumbra
y salen chispas de cordura
en la deposición de esta falacia
esta réplica barata
de lo que una vez soñé
soy un rechazo caminante
una involuntaria madrugada
donde los pétalos se caen
victimas del frío en mi mirada
estrellas demoradas por el tedio
balancín de la pena desollada
por cada rincón
por cada pálida habitación vacía
somos un polvo
sobre los muebles del infinito
una pátina de sombras
bajo la gravedad de las galaxias
atornillados al sillón
cada minuto sin fin
es la eternidad en bicicleta
por el degollado verbo
del ser.
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