Papel de diario
Ahogado en lenguas
Ríos en una frambuesa
Recorriendo silencios
Pintaban lechuzas
En gotas de lluvia
Hortensia azul
Noche de enjambre
Que acapara tensiones
Balas blindadas de nuevo
Por mañanas de marzo
Mañanas de noviembre
Pararán de pecho las olas
Y yo le hablaré al silencio
Sobre la intensidad de tus ojos
Me voy a tomar otro whisky
En mi Ciudad vieja del alma
Mosaico de besos clandestinos
Muralla de fugas y vastedad del mar
Caos tus labios
Cresta púrpura
Se resbala el reloj
Y Canadá
Atún en bofetada
Y dudar por dudar
Pisar carbón de otra era
Para entender a medias
La luz del velódromo
Tu mano infinita
Por la orilla de mi sueño
Florecer de anhelo
Carne picada y grapa
Uvas negras, pequeños ojos
Mirando desde una vid
El corazón en una bolsa de papel
Ocho perros pelean
En los dominios oscuros
Por una red de arpillera
A las tres de la mañana
Y la rata...
Royendo las aristas de la realidad
Pinot, cabernet, syrah
Coloso de sangre muele sal
De Salinas inciertas
Edulcoradas promesas
De una realidad sin esto
Cruces múltiples en cigarros
Plataforma, luz robótica
Cancha de pedregullo
Donde se degüellan rodillas
Brazos de porcelana trigueña
Besos de cristal
Para inconscientes payasos
Blanco y negro en piñata
Queso de dios de oro
Empalizada acribillada
De angina y dedos tijera
Enredo de madreselva
Partir en diferentes dimensiones
Para asiáticas arcaicas
Y una viveza que no adula
Soledades de argamasa
Los petardos del silencio
Se achatan contra el sol
Viruta de un pueblo necio
Que ahuecó las palmas
Apaciguando cigarras
Colibríes de cielo añil
Que picotean el polen
Nacido en una noche absurda
Herida la ingle arde
Los contornos apremian
Durante el año que dura tu luz
En la playa de mi piel
La agonía y el goce
Frutos miopes que emergieron
Detrás una cárcel de arena
Un silbido melancólico
Anuncia punción de cóndor
Ojo de virulenta adoración
Torcido ante alarmas
Frenesí, artillería, desconsuelo
Pajar tempestuoso
Y todo aquello que es ruidoso
Se desdobla y recorta
Sobre un altar soñoliento
Paridad, buscar la igualada
Sonar acuático para tus piernas
Y todos los asnos
Que habitamos la parálisis
Y andamos tras tu perfume
Somos los sorteados de tu tiempo
Pero yo tengo un lucero
Anquilosado de líquenes
Lianas y mohos
Petunias limadas por cuerdas
Una cantidad que alucina
Cangrejos en peregrinaje
Radical predador
Sombra con alas
Conejo de dientes puntiagudos
Cepillando una tabla de fresno
Riéndose del cañaveral
Fuego rápido y señal de humo
Pobres los leopardos
Mantequillas sin alas
Y rogar, rodar, robar dolores
Repasar rebeldías
Rumiando rarezas
Esperar renacer con tu mano
Caldo exprimido por tu piel
Y tus ojos, orgía sangrienta
Tu luna menguante
Amor mío, tus labios
Presa esquiva para mis lobos negros
Muerte fingida, pedida
Suplicada por las voces
Qué te dan sonoridad
Caja torácica de crema
Tu línea, tan elegante
Dormida por las sabanas
Del amanecer en Palermo
La esposa de franklin duerme
Pero yo no
Yo estoy admirando
Tu rostro demasiado humano
La perfecta sincronización
De tu nariz y tus ojos
Tus pómulos cortados
Por armónico cincel
Acallado el telón de tus párpados
Soy el único que te esta viendo
Así, femenina, intima
Cotidiana y con un querer
Tan enclavado
En la arena de tus manos
Escurrida, negrita
Flechada para El otro lado
Amor de ensalada
Frugal vuelo al ras
Sótano inundado
Aquel paisaje desprovisto
Hirsutos mechones de pasto
Amarillento alimento
Y otro domingo
Por ver
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