Cielo de insoportable blanco
Cubre un silencio atorrante
En el que no se escuchan los fallos
Ni los grillos
Ni el susurro del asfalto
Ni la novedad de las aves
Pero sonará mi voz
Quebrándose como papel
Al cantar la retirada
Del carnaval sin su abrazo.
Llego a las Palmas
Usando una camisa nueva
Y la luna es casi todo...
El resto es Pinocho Sosa
Tomándose la pera al celebrar
Creí ver por la calle Guayabos
Los harapos del disfraz de Momo
Perderse en la lejanía
Dejando sólo purpurina
En la resaca plateada de la noche.
Hora matanza...
Llega mi pizza
Que con Patricia
Son mi arrogancia
En esta cúspide
Casi desértica
Las noches de retornar a la Aduana
Están llegando a su fin
Será otro barrio, no lejano
Que reciba el embrujo
De mis dolores amanecientes.
Porque todavía canta
El tumulto de mis tripas
Todavía bombea el reloj en mi sangre
Restan en la baraja
Miles de reyes de corazones
Que atajarán soñando
La melodía secreta del amor.
Voy por la fiesta que viene
Por la que nunca termina.
Cubre un silencio atorrante
En el que no se escuchan los fallos
Ni los grillos
Ni el susurro del asfalto
Ni la novedad de las aves
Pero sonará mi voz
Quebrándose como papel
Al cantar la retirada
Del carnaval sin su abrazo.
Llego a las Palmas
Usando una camisa nueva
Y la luna es casi todo...
El resto es Pinocho Sosa
Tomándose la pera al celebrar
Creí ver por la calle Guayabos
Los harapos del disfraz de Momo
Perderse en la lejanía
Dejando sólo purpurina
En la resaca plateada de la noche.
Hora matanza...
Llega mi pizza
Que con Patricia
Son mi arrogancia
En esta cúspide
Casi desértica
Las noches de retornar a la Aduana
Están llegando a su fin
Será otro barrio, no lejano
Que reciba el embrujo
De mis dolores amanecientes.
Porque todavía canta
El tumulto de mis tripas
Todavía bombea el reloj en mi sangre
Restan en la baraja
Miles de reyes de corazones
Que atajarán soñando
La melodía secreta del amor.
Voy por la fiesta que viene
Por la que nunca termina.
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