Qué pasaría si no dejo de imaginarme tu sonrisa? Si cada día que pasa, mi sangre va cada vez más rápido cuando pienso en tus ojos mirando los míos... Si entre los últimos sueños de la mañana apareciese otra vez la blanca palma de tu mano. Qué pasaría si no puedo parar de buscar el tiempo y el lugar dónde vernos, entre serpentinas de festival, cerveza fría o estrellas de primavera. No voy a mentir diciendo que no tengo un poco de miedo, que mi corazón en desuso no guarda fantasmas de heridas viejas y un rancio temor de despedidas. Prefiero decir solamente "sí", y abandonarme a lo que pueda pasar, a seducir otra vez la casualidad y jugarme la última ficha, como si nada importase. Prefiero los ojos de corazón, la lentitud que los pasos se apropian para ir recorriendo un camino que se me antojaba casi imposible. Prefiero descubrir sin ayuda, el talle fino de tu cintura, la niebla pálida de tu vientre, la hora verdadera de un beso imprevisto, una mirada a muerte y una caricia a vida. Tal vez mañana, o capaz otro viernes.
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