escribo canciones y nada que comer acá
tres días donde el silencio fue una estaca
parada ante el horizonte como un coloso
y las palomas distraídas
hablan de cosas del pasado
el reloj tras una reja
la carne en su inasible presente
audacia de asumir al final
que no existe otro carnaval
restará solo imaginar
jugar a que podría existir
jugar en secreto
a creer que nada se va a repetir
jamás
una noche me reí
solo y alcoholizado
me reí al encontrar el sentido
en el caótico azar universal
de que no hay mayor revelación
que la de comprender
que no hay ninguna revelación
que todo sigue siempre
y que quien vio un tigre
puede decir que los vio a todos.
tanto tiempo decidí atarme a aquel abrazo
ser carne de un poderoso relato
creyendo que así... en una de esas
algo tendría finalmente algún sentido
pero hoy, 6 años después...
divertido y sorprendido
por la velocidad del trascurso
me basta con abrazar mis recuerdos
y perdonar mi propia humanidad
agradeciendo el error
parado en los pedales
y habitarme
ese blues que suena
parece que siempre sonó
autos que chiflan como olas
barcos llenos de ausencia
que entran al puerto de madrugada