Quedan pocas cartas en el mazo de esta disputa, los universos se van volviendo a solidificar y los días por ende a reanudar con sus respectivas noches. El transito de la luna me dice que ya no me extrañas. El sol otras veces me dice que sí. Yo acá. Acá, en esta caja de zapatos vacía. Torneándome como un felino que se agarra a la libertad y a la vida, mientras devora lo que puede y caza... casi siempre con una puteada, una idea o locura entre las cejas. Casi siempre nada, solo a veces, entonces vuelo, ensueño, compadezco y creo poder amar.
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