Delgada y armoniosa figura
flotando en un aire amarillo.
Sus ojos como dos brasas
se clavan en un punto fijo.
Ella se dobla, se estira,
estirando el tiempo a su paso.
Y camina...
tan ligera como profunda,
los pasos son dos suspiros.
Brazos como de brisa.
Y la soledad se condensa
sobre el racimo de su sonrisa.
Pero mis ojos la ven lejana
como una reina de fantasía.
Es por eso que ahora este aire
huele a su cabello y su frescura.
Por eso el clavel me habla.
Y la musa de mi poesía
cien veces su nombre repite.
No hay ventana más abierta
ni reja tan bien cerrada.
Hoy mi pulso le escribe a ella...
flotando en un aire amarillo.
Sus ojos como dos brasas
se clavan en un punto fijo.
Ella se dobla, se estira,
estirando el tiempo a su paso.
Y camina...
tan ligera como profunda,
los pasos son dos suspiros.
Brazos como de brisa.
Y la soledad se condensa
sobre el racimo de su sonrisa.
Pero mis ojos la ven lejana
como una reina de fantasía.
Es por eso que ahora este aire
huele a su cabello y su frescura.
Por eso el clavel me habla.
Y la musa de mi poesía
cien veces su nombre repite.
No hay ventana más abierta
ni reja tan bien cerrada.
Hoy mi pulso le escribe a ella...
Me han parecido preciosas, tus palabras, con mucho sentimiento.
ResponderEliminarMe gusta tu blog, felicidades :)
Saludos
:O Sinceramente preciosas me han parecido a mi tus palabras. Te agradezco profundamente el haberte tomado la molestia de leer mis desordenados versos y te invito a que lo vuelvas a hacer cuantas veces quieras!!
ResponderEliminarSalud y Felicidades :D