Luna Balcánica
Libro Bueno
Linda Brisa
Lima Beoda
Libre Bárbara
Levitas bien.
Dejé patinar mi boca
por el río de tu sudor perfumado.
A punto de reventar...
se abrió el telón de tus hombros
y dije pucha!
Mientas mi alma se perdía
en los ángulos preciosos de tu cara.
Me quedé enfermito por el olor de tu pelo
Me escape del jefe, para verte reír.
Ahora el tiempo se vuelve un raro elástico
duro, peleador y confuso
en el que solo pienso en tus manos
tus caderas
y esa boca
que es una boca como cualquier otra del mundo
pero mucho más linda y comestible.
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