martes, mayo 22, 2012

Para Vos, tonta mía

Pucha... qué indómita salvaje vorágine de mierda
que podés llegar a ser, amor mío.
Cuánta violencia que responde a mi violencia
sin sentido.
Te querés escapar, obvio, lo entiendo
pero no es posible
porque el corazón no se equivoca cuando elige
solo que nunca es fácil aguantar la decisión. 

Volverás...
hablaremos, nos veremos
una tarde como esta, plagada de señales
de desbordes e inundaciones
porque aunque digas que no
todavía queda mucho por decir
y otra vez volveré a ser
astuto
paciente
simpático 
y despiadado

Para vos, vida mía.


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