domingo, agosto 19, 2012

Por qué un domingo, mierda

¿Por qué salió el sol? Por qué sin mi permiso el día es hermoso
por qué este cielo lavado por largas lluvias deja un cielo impecable
y un sordo rumor de vacío en mis entrañas, por qué sin mi permiso
el día es como una perla, como un destello de luz
 partiéndose dentro de un diamante.
Por qué estoy que muero y sin embargo río,
 me levantó, voy a todas las pelotas,
me hago inmenso y mi sonrisa tiene cien mil dientes
pero estoy que muero.

¿Por qué estoy recluido en una felicidad artificial que me llena y me vacía?
por qué si a cada paso me encuentro
 tirada una chorrera de letras
que arman tu nombre
 por qué lo despedazo sin remordimiento
y me vuelvo a reír y quiero hacer el mundo
 y le pongo un fin al dolor
y me pega un revés tu ausencia
 y me paro de manos y me fatigo y vivo
y me olvido a propósito
 y me acuerdo sin querer y largo una patada
y me devuelven un día hermoso como este,
 en medio del invierno,
una tarde de primavera,
 un cielo puro y ahuecado, una brisa tibia,
un ramillete de escupitajos secos
en mi pecho quemado por el alba.

¿Por qué el domingo?
 por qué no un miércoles
 un jueves, si total...
qué más hay por perder
 si hay todo para ganar
una medalla al mérito
por ir sobreviviendo a esta guerra
 contra mis irracionales deseos, 
contra la sobriedad artificial de la sertralina,
contra el recuerdo celoso
de nuestra primera noche juntos.

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