Días de auriculares
viajes por la frontera del ocio
y la escarpada playa de la responsabilidad.
Escapándome de un rayo
y cantando la canción de los truenos
voy
a veces de rodillas
y otras veces grande y despiadado
como una ola
que espanta al horizonte.
El vaso con hielo
silencioso cómplice
de este mediodía sin pena ni gloria
donde la ansiedad es un caballo
que galopa
por los prados de mis sienes.
ME VOY CORRIENDO!!!
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