Hay una soledad tremenda en el blog
quedaron bailando en la ausencia
las hojas doradas de tus ojos
la sombra de tus manos
se fue por los pretiles adormecidos
hacia la fascinación de ese otro mundo
Y está mejor así
porque lo que queda en este blog
es el derretimiento de mis palabras
la ceniza de lo que una vez quisiste
el ardor apaciguado por las mareas
y una soledad tremenda
porque no tenes tiempo de leer
porque quizás sea mejor que no
porque no sé...
Tal vez sea cierto
y un día entres y no haya más nada
solo un silencio de punta a punta
una armadura desvencijada
por fatigas y desencantos
la parodia trágica de un poeta
que ya no escribe
porque nadie lee.
De todos modos
no he perdido todavía las ganas de escribir
aunque tenga fiebre
y me duelan todos lo huesos del cuerpo
y solo mi madre haya levantado un teléfono
para preguntar por mí esta tarde
cuando yo ... apenas soy la sombra
de aquello que quise ser
Sé que se acabarán pronto
los días de Vigodet
y que tras el telón de lluvia de vidrios
aguarda Victoriano Alvarez
lleno de historia
recuentos hechos pedazos
de toda mi adolescencia
manchas de humedad
donde conocí la poesía
y perdí la inocencia
y amé y lloré y volví a perder
y a ganar amigos
que hasta ahora levantan
la copa de la lealtad
Pero vos no ...
yo lo entiendo
no tenés tiempo
y el blog te extraña
sumido hasta el header
en una soledad tremenda.
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