domingo, mayo 07, 2017

El otro resto

Hay. Hay. Hay.
Hay en el viento suave de la aduana
Un lugar íntimo y punzante
Donde digo cosas que callo
Y la vereda me responde 
Con susurro a motor
Y caras sin nombre
Que pasan en silencio.

Hay olores de agua
De sudor, de grasa 
De papel mojado
Y Luna creciente.
Horas de cartón
Ilusiones vacías 
De encontrarla
Por mis brazos 
Y beber de su boca
La afirmación última.

Pero lo que hay es esta brisa
Esta esquina donde la historia 
Ha de Replegarse junto con la tarde
Y donde los besos
Ya son Borrones
O pájaros 
O luces en el puerto.

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