He Sido hackeado

Grande fue mi sorpresa cuando llegando al establecimiento del señor N, éste me exhortó con imperioso gesto y extraña y brillante mirada en los ojos, a que prendiera una maquina y entrara al Blog. El sacudón primero, luego una bacteria de carcajadas recorrió mi espalda hasta la lengua. Lo relajé todo sinceramente sorprendido y maravillado por su excentricidad. Lamenté en cierto modo, como todo aquel que es hackeado, las cosas perdidas, la exactitud del diseño que habíamos logrado, el espacio que se come su temible proclama debajo del header del blog, lamenté el tener que rever y replantearme todo desde cero, el tener que retrotraerme a lo más primitívo y excarbar hacia afuera, de alguna manera, hacia la luz de una nueva realidad. Volví a reír, nuevamente maravillado por su logro y su astucia, su celeridad y su impecabilidad a la hora de romper con todos los esquemas, las normativas y el orden prestablecido del inefable universo que se desborda en el hiper espacio en gordas y esponjosas cataratas de razón...