Domingo Triste

El aire se cierra con decidida insistencia, voy envuelto en mantas, salto al vacío que provoca tu respiración, tu sola posibilidad, tu sombra de crepúsculo encendido. Hablo, me río y hasta tengo sexo, pero vuelvo siempre hasta el silencio de tu guardia de serpientes, al húmedo silencio de tu domingo triste y que es copado gradualmente por las nubes que estallan en el horizonte. Percibo fragancias que se van formulando contra las paredes a medida que las voy creyendo ciertas. Siento posibles futuros impresos como imágenes sobre un papel de diario. La hora avanza lentamente sobre el semblante tierno de éste domingo triste y sin sentido… La hora avanza lento, lento, lento avanza la hora mientras hablo o me rió. Pero al final sí, no hay dudas que al final vuelvo siempre al silencio de tu forma de agua que me entra en los ojos. Vuelvo al silencio de tormenta que provoca tu respiración, tu sola posibilidad de ser mía.