Acá, entre las lentas rocas de mi corazón, me encuentro con grises paredes. Los días se van tachando uno a uno, en una melódica balada de noches que giran alrededor mío. El perfume nuevo de tu piel floral, la mansa circunferencia de tus hombros, que recorrí con mi brazo tenso, con mi aliento viejo, con mi decrepitúd de animal joven. Los ojos juntos, jugabamos al ciclope y entre risas la madrugada avanzaba como patinando sobre un hielo partido. Lo desconocido y lo que no se puede conocer, se mofaban de nosotros y de nuestras colgadas miradas de asombro, deparando inintelegibles guiones para nuestros animados actores, yo lo supe desde aquel momento, porsupuesto que no me lo imaginaba así, de esta manera enloquecida y con estas insistentes ansias de más, pero lo supe desde el primer momento. Ahora no quedan barcos en la rada del amanecer, ya los hemos abordado todos y tenemos que soportar las nauseas de alta mar, teniendo que refugiarnos en nuestros brazos, en esos oasís de mansa meditación, para no sucumbir entre las peliogrosas ruinas de los derrumbes que abundan entre las olas demoledoras, entre las estrellas que arden y bajan a besarnos, animandonos a delatrn nuestros más hondos sentimientos, sin saber bien cómo, o por qué. El hilo sigue haciendo su juego de araña, como un lento y preciso trabajo de relojería, entre las gotas de sudor, entre las manchas de carmín, entre las ojeras que guardan dolorosos secretos, entre los astros que no se dan a conocer, entre las medusas del futuro que nadan en los aires por venir, entre el silencio de los árboles, entre la canción de la seda que se rasga. El hilo conductor, como una culebra se enrolla en indescifrables acrtijos de noches estrelladas y vientos marinos, ya sé que aveces te cuesta retenerme, lo entiendo, de alguna forma extraña disfruto de ello. Esto es tan solo otro abanico que marcha desde un punto a otro desplegandose como una ventana de windows, sin demasiada coherencia, pero con mucho sentido.....
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