La cuestión de las cosas es intentar llegar a lo que es generar una sustancia capaz de envenenar, digo, valga la redundancia, de abofetar, de...de asimilar la sintesis inmaculada de lo que podriamos decir que puede llegar a ser tal vez, la forma que se acomoda en las figuras que nacen desde lo absurdo de lo que yo creo llamar lo que me parece de lo que se parece un poco a lo que creo saber que puede llegar a ser lo que es, un poco, la cosa, la cosa nostra. La cuestión de las cosas también podríamos decir, deducir, que puede llegar a ser el cuidado con aqui el sujeto en cuestion, la realidad, la cosa, la forma sin forma que se forma valga la redundancia, en otras formas formadas por ondas de mayor poder adquisitivo, sin dudar que la podemos llamar de alguna manera, la cuestion de lo que se ha formado aqui en realidad, lo infinito de la sintesis que alberga lo que puede llegar a ser tal vez, no se aun que sucede aqui por cierto. La cuestión de las cosas finalmente podemos deducir de lo aqui visto y analizado en la forma en si, que no se deduce tal cosa por consecuencia del desprendimiento de los hielos polares de las formas derretidas de nuestras aristas de la esfera redondeada de las figuras ya mas opacas que buscan intentar acomodarse en ramas de cultivo ajeno, llamemosle la ciudad en llamas apasadumbrada de haber recibido la cuestion, la forma desformada que nos contagia con su deformidad bulimica que llega hasta el mas allá de la luz y la sombra, de lo ajeno y lo propio de la cosa. Si bien la tangente derivada de la cuestion de lo que significa el debate en torno a lo que podria ser la forma que desintegra las cosas de una forma tan estupefaciente que anhelamos que intentara llegar al infinito de la deformidad, podriamos concluir entorno a todo lo ya analizado, interiorizado
anteriormente, que con una intensidad radioactivamente hablando, cosmica al atardecer, estamos de pie enfreantados a la sintesis, a la cuestion de lo que se forma cuando te formas en una forma formosa, cososa, perturbosa, mocosa. Intentas vislumbrar la luz de la luminosidad ajena de la luz propia pero te das cuenta de que tu enormidad de tu gigansotisad de tu interioridad internada, es mas veloz que aquella luz que se formo en formosa a la cuestion de la sintetización de lo perturbado por la atmosfera. Por eso es que tenemos que tener cuidado con la c.o.s.a, digo, no se...
anteriormente, que con una intensidad radioactivamente hablando, cosmica al atardecer, estamos de pie enfreantados a la sintesis, a la cuestion de lo que se forma cuando te formas en una forma formosa, cososa, perturbosa, mocosa. Intentas vislumbrar la luz de la luminosidad ajena de la luz propia pero te das cuenta de que tu enormidad de tu gigansotisad de tu interioridad internada, es mas veloz que aquella luz que se formo en formosa a la cuestion de la sintetización de lo perturbado por la atmosfera. Por eso es que tenemos que tener cuidado con la c.o.s.a, digo, no se...
No hay comentarios:
Publicar un comentario