lunes, marzo 10, 2008

Un Medio Volver


Allá afuera alguien todavía está aullando de dolor por el último filo de mi oído, siento la mirada sombría, los brazos pesados, la respiración lenta y profunda como un primitivo animal montuno sumergido en la capitulación pétalos de margaritas que llueven a su vez, desde lejanas cascadas. Espero, eso sí, sumido en mi inacabable paciencia de ser solitario, embriagado talvez con el sueño de la madrugada profunda, con el sueño insuperable de la noche cerrada de marzo, que pesa en los párpados como un tropel de burros salvajes. Allá afuera alguien cesó en su sufrir, veo el mundo más silencioso, siento menos latidos en la nave de mi pecho, me doy otra vuelta en la cama, la voz me llama, ineludible... Es mi destino, que no puede esperar ni un segundo más.

2 comentarios:

  1. Deep Feeling! :)

    la verdad que me gusto mucho!

    c0ol..anoche fue una larga e inacabable noche de marzo que si, peso en mis párpados como un gran tropel de burros salvajes y enfurecidos!.

    nos vemos


    M.maker

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  2. Bueno, me alegro de poder hacer eco entre algún lector todavía.
    Gracias a vos, M. Maker por pasar y dejar tu gota de dialéctica en la pasmosa sequía de comentarios.

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