Cuento las estrellas,
cuento las gotas de rocío,
cuento las letras perfumadas
que me llegan cada noche.
Miro por la ventana,
miro el horizonte
y espero el día...
Busco en cada rincón
una señal de tu presencia,
algo que me ayude a respirar
el aire roto a pedazos de tu ausencia
y casi no puedo esperar.
Quisiera saber
por qué,
cómo,
cuando
perdí la razón.
Por qué ya no encuentro
la paz en mis poemas
por qué todo lo que me queda
es ésta pálida sensación de anhelo
éste demoníaco deseo de tenerte
ésta caótica revolución de mi espíritu
y éste beso colgado en mis labios
que ya tiene dueña.
cuento las gotas de rocío,
cuento las letras perfumadas
que me llegan cada noche.
Miro por la ventana,
miro el horizonte
y espero el día...
Busco en cada rincón
una señal de tu presencia,
algo que me ayude a respirar
el aire roto a pedazos de tu ausencia
y casi no puedo esperar.
Quisiera saber
por qué,
cómo,
cuando
perdí la razón.
Por qué ya no encuentro
la paz en mis poemas
por qué todo lo que me queda
es ésta pálida sensación de anhelo
éste demoníaco deseo de tenerte
ésta caótica revolución de mi espíritu
y éste beso colgado en mis labios
que ya tiene dueña.
no sabés que profundo que me llegan tus palabras, porque casualmente a mi me está pasando algo parecido..
ResponderEliminarestoy en una dulce espera que me está volviendo loca..
a pesar de la envidia, ojalá la dueña te reclame ese beso pronto :)
besos
pd. me mató la tercer estrofa, me matas.. así es dificil no hacerme adicta a tu blog
uuh, que lindo!!
ResponderEliminarSe ve que cupido está inspirado últimamente. Te cuento que no hay alegría mayor ni mejor motivación para mí que un/a lector/a encuentre sus propias emociones detrás de mis decaídos versos.
Un beso grande, pero otro, ESE no, porque ya tiene dueña ;D