Esta vez a bordo de un lento vapor
Rendido acaso a las resacas
Herido de júbilos y miedos
Banderita amarilla en playa desierta
Fluctúan los contornos
En medio de jazmines y limones
Hojas del otoño
Que quedaron dando vueltas
Soplo de atardecer sin rumbo
La exhalación
Jarabe de tormentas
Por fronteras vacías
Que miran a la planicie absoluta
Endulzar los ojos
Seguir adelante
Trastabillar con candados
En oleajes salvajes
Y cantos de negros
Un país tan lejano
Que demora a la luz
Y brinda con lentitud
A la salud de una Murga enamorada
Barriles de ajenjo
Sueltos por la rambla
Piernas hermosas cruzan la vereda
Una me mira, la otra ríe
Busco la prontitud
De otra velada tal vez lejana ahora
En la que tu portón de hierro
Desinfle de intensidades mi mirada
Absorto por ecuadores de fuego
En plateados planetas de ritmo
Canta la muñeca en la noche
Y el corazón se subleva
De dinamita y chispa que encandila
Canciones de este tiempo
Amor por la fraternidad
Ecuación de armonías sagradas
Encendiendo serpentinas
En el aire fresco de esta isla
Ejercicio que purifica el alma
Entretelón del carnaval
Espiando eternidades esquivas
En extrañas excepciones
Entrecerradas, ensimismadas
Que arrojan su poesía
Por el pedregal de esta selva
Algunos grillos frotan sus piernas
Estoy solo y tan acá
Tan presente, colmado de pulso
Atacado por los perros de la vida
Enfrentando maremotos
Patinando en delgados perfiles
Sombras animales
Para la modernidad
Y olor de flores
Que araña perfumes maduros
Posados en pretiles de hormigón
Mariposa nocturna incendiada
Por pasiones derramadas
Que deletrean palabras prohibidas
Para canales en cortocircuito
Poblados de nieblas cortadas
Que nada permiten a la intuición
No dan lugar a mediaciones
Porque ahogan sentimentalismos
En medianoches de cal
Abrojos que atrapan memorias
Para disecar la libertad
Y exhibirla en vitrinas de sueños
Vano complot para cazarte
Fusil cargado de rosas
Disparan contra el cielo permanente
Aguacero de invierno a la vuelta
Parador anclado en la brisa
Soporta todos los tiempos
Tolerando ausencias
Y disparos oscuros de humedad
Y lágrimas, péndulo
Retirada nueva
En mostradores de ayuno
Y complicidad de tu mirada
Para el balance primordial
Que encumbra cinismo
Para disolver la solidez
De todo tu premeditado discurso
Y cortar cubitos de hielo
En base a tu témpano
Escultura de hielo
Hecha con temor y a los tumbos
De tanto equivocarnos
De tanto engendrar angustia
De tanto esquivar verdades
De tanto sangrar borracheras
Tropezón en la vereda del éter
Velas entretenidas por virazón
Espinas y rifas, oro y penumbras
Cartón, croquis, burrera, stock
Alimaña mezquina de piedra
No te lleves esta locura
No arranques la fruta inmadura
No derroches la razón
Ni tires las aceitunas de estas horas
Porque no te relajas, amor?
Vamos despacio y de la mano
Aunque estemos lejos
Aunque piense demasiado en vos
Aunque necesites dejar de pensarme
Y rompas los vidrios
Y quemes la vida
Y lances dolores
Sobre mesas de cianuro
Percheros partidos
Donde quedo tu saludo
Enmohecido Clarín
De tu tic celeste inmediato
Parece que hiciera tanto
Pero no hace nada
Solo incesante transición
Por variedad de Estados
Sin nombre
No hay edades que insistan
Lo que desertó
Ni lo que deambula
En demencia insensata
Paracaídas pinchado
Desde el firmamento
A los dedos oxidados
De tu belleza
Y la histeria que recorta diarios
En collage de ausencias
Monopatín, eucaristía
Poesía volcánica que me incendia
Esta estúpida serie
Que habla de nosotros
No se si estas leyendo todavía
Pero igual te escribo
Afiebrado, adolorido
Amedrentado apenas
Aterido, amarrado a amaneceres
Donde germinan tus labios oscuros
Querer por querer
Barreras
Peajes
Tornos de este destino...
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