El cielo limpio y celeste de marzo
Te abrió el camino
Para olvidarse del dolor
Dejar caer el antifaz de la vida
Y volver a la fuente
Ahora no habita tu silencio
Sino el legado
Vivo, latente, lloroso
La sangre y la carne
Que diste a luz
Te abraza dejándote partir
Rumbo a la noche eterna
Mi protectora
Que me enseñaste
Que los cuentos tienen magia
Cuando yo era apenas un niño
Y veía lo que improvisabas
Tomar forma en la oscuridad
De tu cuarto
Me acunaste con tanto amor
Pan con manteca y azúcar
Leche con Cocoa y conga
Sigo siendo tu niño
Ahora fracturado por un llanto cristalino de amor y agradecimiento
Desde la sombra de tus alas
Siempre con tu mano
Por campito, playa buceo
Domingos bajo el parral
Risas y gritos de niños
Alboroto de mediodía
Luciérnaga en el vacío
Ahora pasos ...
Rumbo a lo desconocido
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