domingo, julio 31, 2016

herencia chinawski XXVI

 en aquellos días, después de Orwell trillé la modesta biblioteca resultada de la fusión de la de mi papa y la de la recientemente fallecida madre de este, mi abuela. encontré tras un largo  listado de best sellers ,libros del banco de seguros y diversos atlas y enciclopedias, un libro que capturó mi atención y que según algunos conocidos cambiaba o al menos pretendía cambiar la percepción histórica del general artigas. el libro de carlos maggi tenia por titulo el caciquillo y ahondaba en la estrecha relación entre artigas y los charrúas. presentaba ademas la figura de el caciquillo como la de un incuestionable hijo ilegitimo del prócer y se afanaba largamente en exponer una cantidad demencial de documentos y correspondencia de la época. el resultado era por lo menos cuestionable y por sobre todas las cosas, en lo particular me cascaba las pelotas el florido lenguaje del siglo xviii y xix. la mayor parte del texto estaba agotada en cartas entre militares e informes de batalla escritos de una forma  tan arcaica que costaba creer que tan solo pasaron doscientos años desde su escritura y no dos mil. igual me había dejado la mochila con el libro, olvidada en el auto de mi primo la noche anterior. así que los viajes en ómnibus ahora  sin  el iphone cargado de murgas eran completamente aburridos y en ellos no podía hacer mas que revivir episodios del pasado reciente y contrastar con el hostil frio de finales de julio, el recuerdo cálido y sobrecogedor de las mas hermosas noches del verano.
    recordaba, durante el viaje hacia el centro, aquella otra tarde del dos de marzo y sus posteriores ramificaciones con total vividez y sin pasar por alto ningún detalle. estue varios dias. trabajando en la casa de mi madre refaccionando y pintado las paredes  el techo del cuarto de mis hermanas. fue un trabajo duro pero el resultado en verdad me causo gran alegria y satisfaccion. culmine la jornada justo a tiempo con el anochecer. habitaba en el cielo muy baja y amarilla la luna llena. parecia frotarse a penas con el alto edificio de correos.
    Al otro dia era el cumpleaños de la mayor de las dos hijas pequeñas de mi mama. Haber dejado en tan bello estado el cuarto de mi hermana me dejo con una bella sensacion al saber que sus amigos se llevarian una buena impresion a la noche siguiente cuando la acompañasen a celebrar su vigesimo segundo aniversario de nacimiento.
       Despues de ducharme en abundancia, mama preparo dos tazas del delicioso cafe turco que una amiga de ella, residente en israel, habia mandado a modo de regalo. Mientras bebia y miraba la amarillenta luna llena por el balcon en el cual decadas atras descubri el amanecer, trazaba mentalmente un plan para la noche. 
     Tincho, un compañero de la murga, tal vez el mas querido y sin tal vez nuestro mejor cantante, se iba en esa semana a vivir a barcelona y organizaba en un conocido boliche, una fiesta despedida en la que entre otras cosas, iba a participar mi primo tocando una cancion hecha en coautoria conmigo y me emocionaba la idea de tocarla como homenaje ante la concurrencia y ante el tincho, que gustaba particularmente de ese candombito llamado pasajera.
     Cuando puse un pie sobre la calle sarandi, en vistas de alcanzar aquel destino, las ideas en mi cabeza empezaron a entreverarse y a medida que iba alcanzando la plaza matriz, deje de sentir deseo de participar de la despedida. Dado el dia de la semana que era y la hora, existia la posibilidad de cruzarme con v en la plaza independencia y senti que carecia de la energia necesaria para todo aquello. 
      Dicen que la ciencia y que la conciencia dicen que la muerte es pasajera, dicen que... rezaban los versos de pasajera y eso que los habia escrito yo mismo.
    En ese instante, al cruzar bajo el resplandor amarillo apagado de la matriz, cambie de rumbo abruptamente y doble por la calle juan carlos gomez rumbo al Sur, rumbo a la rambla. Me aventure hacia la improvisacion de mis actos, destrui en ese instante cualquier planificacion previa Y cantando, siempre cantando baje hasta el templo ingles por la calle brecha, acabando por tomar asiento en el muro de la rambla, al costado izquierdo del cubo del sur, a unos quince metros de este, desde donde le cante con toda el alma, la retirada de la trasnochada del 15 a la vasta profundidad del rio de la plata.
        Luego de eso, intercambiamos unos mensajes por whatsapp con v, al hacerlo constate que nuestro encuentro casual en la plaza hubiese sido inevitable de no cambiar a ultimo momento la trayectoria de mi caminata. Cuando le conte de mi paradero y mi actividad, v, tambien apasionada por la poetica de la trasnochada, se limito a responderme: que postal. La invite a tomar un vino y como era casi normal ella declino. Afortunadamente, porque a decir verdad, de veras no estaba sintiendome del todo bien, algo me acosaba con pesadumbre y melancolia.
    No se decir cuanto tiempo permaneci sentado ahi, cantando frente al oscuro ondular del agua. apenas termino el carnaval, la rambla dejo de ser masivamebte visitada y a esa hora era poca la gente que trotaba y menos la que caminaba por ahi.
    Y sigo con el viento a tu favor, buscando tu camino sin dolor, tratando de sacarle pesadez, dejando de mirar todo al reves. Esa cancion de la triple tambien sono y fue cantada con eapecial ahinco en esa noche de marzo. Muchas, tantas que en un momento se me entumecieron las piernas y finalmente tuve que ponerme en pie y entrar a moverme. No podia quedarme la noche entera en la rambla, aunque no me faltaban ganas de hacerlo. 
      A pocas cuadras vivia el Andy. Su madre visitaba a su otro hijo, tambien mi amigo, Nico, que residia en nueva york. Andy quedo a cargo del apartamento en el corazon de la ciudad vieja durante varioa meses y aunque en una situacion economica de lo mas fragil, achicamos ahi, mucho del tiempo desde enero hasta abril.
    La noche se desibujaba a trazos agigantados y si al salir dr la casa se me mi madre, lo hice muy resuelto, una hora despues no tenia puta idea de que hacer ni donde ir. Podria haber ido para la curva, vivia ahi por aquel enntonces, pero tampoco. La cosa apuntaba entonces para quedarme en ciudad vieja e invitar al andy a tomar una cerveza o algo asi. Seguro estaria con la novia. Tati habia sido mi cuñada durante siete largos años y la habia conocido siendo una nena chiquita. nos llevabamos de lo mas bien y la apreciaba sinceramente aunque la verdad es que esa noche preferia quedarme solo con mi amigo, pero bueno, lo contacte via whatsapp y se alegro de escuchar que los acompañaria. 
     Llegue y fumamos varios porros, al rato pedimos una pizza y tomamos una cerveza. miramos un par de peliculas comicas y finalmente la noche se hizo mas llevadera, nos reimos bastante y tomamos te y a ultima hora fuimos al inmundo simil de 24 horas que hay a la vuelta a comprar ros paquetes de galletitas dulces de diez pesos. 
      El amanecer es bastante tempranero durante los primeros dias de marzo, asi que puntualmente se elevo por la ventana, en la misma trayectoria que la luna llena de la noche anterior, el sol vivo. Comprendimos que seria buen momento para dormir. Alla fuimos y eso hicimos. 
    Pasado el mediodia ya hacia rato, depserte tirado en un colchon en la casa de andy. Tati se habia ido y aquel me llamo con alegria varonil y frases soeces. Desperte sonriendo y me puse en pie. Tomr el iPhone que se quedo cargando mientras dormia. Me percate, por el boton de su lomo, que habia quedado en silencio, lo puse asi durante las peliculas para evitar el constante sobre salto del grupo de la murga, que en parte ya medio en pedo, me reprochaba la ausencia a la despedida del tincho y en otra parte mandaban audios entre ellos como una forma de rastreo en el pedo de la madrugada y la fiesta.
      Lo active y en su pantalla no vi como deseaba la lunita del estado de V, icono que siempre esperaba ver en mi telefono. Lo que habia era una inmensidad de llamadas perdidas, whatsapp de todo tipo y color, mensajes de facebook, SMS y correos de voz. Con una mano meaba el primero de la mañana y con el otro active el acceso al correo de voz. Era papa. Mientras llamaba me lo figure. El mensaje decia fer llamame es urgente pero urgente enserio... puta madre. Le pedi al andy el telefono de linea para llamar a casa. Llame, atendio papa... la abuela habia partido. 
    El sol afuera brillaba en un cielo celeste sin una sola nube, baje a la calle colon a buscar un taxi e ir lo mas pronto posible. Cuando asomo a la calle buenos aires, en la parada, veo al marido de mi madre con mi hermana en su cumpleaños, radiante de vida y con toda su hermosura brillando bajo el mismo sol. Cruce a darle un beso conteniendo el llanto detras de una fragil sonrisa.
     Puedo decir que ese dia comenzo a gestarse esta novela.

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