yo era un idiota. un fracaso. ella era cualquiera. un alma de luz lunar perdida en los callejones del juego y el vino. sus ojos. la forma exacta de sus dos manos. el calor tibio que de su hermosa nariz se volcaba en mi pecho. el ojo derecho sobre el hombro mirandome con salvajismo entre la tempestad de su cabello enloquecido de placer brutal y completo.
me negue a aceptar el destino cruel de su alejamiento. estaba encharcado. encallado en las rocas tristes de no verla mas que en mi mente. la luna astillaba la respiracion y mi pecho parecia aplastarse bajo la potencia de un hechizo viejo e irremediable.
en la tarde de las palomas de monte abria las dos puertas de la casa. una al frente y otra al fondo abiertas las dos formaban na corriete recta de aire juliano. yo en el sillon sentado a media distancia formando un cinturonn de orion con ambas puertas abiertas. el silencio era arrollado por algun camion.
cierta noche habitaba yo en la oscuridad de mi cuarto. todo negro y frio. decidi o mejor dicho algo dentro mio que no era mi yo conciente tomo la iniciativa de escribirle un whatsap. no pude contenerme ni refrenarme porque simplemente no lo intente. ssimplemente lo hice.
en mi mesa de luz estaba el celular de mi padre. lo habia estado usando para escribir una de estas publicaciones cuando recorde los dias de abril en que usaba ese telefono para hablar con v. mi viejo iphone ahora robado no era capaz de conectar al wifi y ella estaba fuera del pais. si bien cuando v se fue habiamos emprendido un intento de separacion quince dias mas tarde estabamos buscando la manera de llevar la relacion un paso mas adelante y lo haciamos mediante llamadas por whatsapp que se extendian mas de una hora. yo jamas me hubiese imaginado a mi mismo en semejante situacion pasados los treinta uy con dos divorcios acuestas. hablar por telefono a nueve mil km durante horas por e simple motivo de exztranhar el roce de ss dedos. pero ahi estaba. como un adolescente en celo. movimiento pendular de las voluntades binarias.
de modo que el numero de ella estaria agendado en el lg del viejo. yo habia borrado el cero nueve nueve de v de mi lista. imagine que su deseo de eliminarme de su vida no la habria llevado a cometer la tenacidad de bloquear ademas el numero de mi padre. a tientas tome el telefoino de la mesa de luz y le escribi.
te olvidaste de bloquear este.
bore el chat y apague la luz brillante de la pantalla. con una vuelta del cuerpo quede enfrentando la pared de la casa del frio e inmediatamente me dormi.
en la tarde de las palomas de monte abria las dos puertas de la casa. una al frente y otra al fondo abiertas las dos formaban na corriete recta de aire juliano. yo en el sillon sentado a media distancia formando un cinturonn de orion con ambas puertas abiertas. el silencio era arrollado por algun camion.
cierta noche habitaba yo en la oscuridad de mi cuarto. todo negro y frio. decidi o mejor dicho algo dentro mio que no era mi yo conciente tomo la iniciativa de escribirle un whatsap. no pude contenerme ni refrenarme porque simplemente no lo intente. ssimplemente lo hice.
en mi mesa de luz estaba el celular de mi padre. lo habia estado usando para escribir una de estas publicaciones cuando recorde los dias de abril en que usaba ese telefono para hablar con v. mi viejo iphone ahora robado no era capaz de conectar al wifi y ella estaba fuera del pais. si bien cuando v se fue habiamos emprendido un intento de separacion quince dias mas tarde estabamos buscando la manera de llevar la relacion un paso mas adelante y lo haciamos mediante llamadas por whatsapp que se extendian mas de una hora. yo jamas me hubiese imaginado a mi mismo en semejante situacion pasados los treinta uy con dos divorcios acuestas. hablar por telefono a nueve mil km durante horas por e simple motivo de exztranhar el roce de ss dedos. pero ahi estaba. como un adolescente en celo. movimiento pendular de las voluntades binarias.
de modo que el numero de ella estaria agendado en el lg del viejo. yo habia borrado el cero nueve nueve de v de mi lista. imagine que su deseo de eliminarme de su vida no la habria llevado a cometer la tenacidad de bloquear ademas el numero de mi padre. a tientas tome el telefoino de la mesa de luz y le escribi.
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