domingo, abril 08, 2018

Los Tigres

Ojalá algún día L y L dejen de recordarme la época que no me querían. Despedirse en la esquina del Bar con motivo de un largo viaje. Balas plateadas al ritmo de las palabras del tachero que me lleva a casa. Plástico que se va a ir derritiendo conforme un reloj de arena vaya vomitando alguna especie de relato. A veces por querer acortar... La virgen que pedalea, el morral que contamina el trigo y al primer arrebol del alba, que aún no aparecio, pero que se insinúa siempre. El destino  me avisa cuando no debería haber prendido ese cigarro, pero solo lo sé después, en el festival de tormenta y cartas en hojitas perfumadas que jamás han de llegar. Máscara y sudor marcando la arena con todas las tripas de todos los corderos del mundo. Somos nosotros. Haber sacado ese gato del baño diciendo "todo bien pero NO" es lo que en última instancia nos hace decididamente contestatarios. Me acabo de dar cuenta de la huevada que  escribí en la línea anterior y justo afuera suena un motor, muy a lo lejos, avisando que el mundo es finito y que vos sos idiota. 

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