En los altillos de Montevideo
La noche se vuelve caja de cartón
Metálico aparato mecánico
Bajo luces que se desdibujan
En oscuridades y amarillos gastados
La noche de marzo en Montevideo
Tiene olor a tabaco y perfume
A rocío sobre el pasto
Al inocente temblor de una novia.
Pecas como lanchas
Van surcando el blanco firmamento
Mientras viajo hacia el oeste
Y ella es todo este
Todo seda musical de veinte años.
El humo de mis alas
Va a llenar la noche de almendras
Y también voy a ser balcón
Doliendo habitaciones derruídas
Junto al arroyo, antes del Prado
Ya no pensando ni en la muerte
Ni en la ausencia pertinaz
De esos fantasmas que me pueblan
ni en aquella otra noche
También montevideana
De Rambla, soledad y Trasnochada.
La noche se vuelve caja de cartón
Metálico aparato mecánico
Bajo luces que se desdibujan
En oscuridades y amarillos gastados
La noche de marzo en Montevideo
Tiene olor a tabaco y perfume
A rocío sobre el pasto
Al inocente temblor de una novia.
Pecas como lanchas
Van surcando el blanco firmamento
Mientras viajo hacia el oeste
Y ella es todo este
Todo seda musical de veinte años.
El humo de mis alas
Va a llenar la noche de almendras
Y también voy a ser balcón
Doliendo habitaciones derruídas
Junto al arroyo, antes del Prado
Ya no pensando ni en la muerte
Ni en la ausencia pertinaz
De esos fantasmas que me pueblan
ni en aquella otra noche
También montevideana
De Rambla, soledad y Trasnochada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario