miércoles, marzo 10, 2021

Mañana de marzo

 Mi jardín se llenó de mariposas al amanecer, cantan las chicharras saludando al cielo lavado y los ojos de mi perrita reflejan la eternidad insignificante de la vida. Marzo es como un clavel y todo su aire tiene esta fragancia de césped, de árbol y de últimas flores del verano. Respirar calma mi ansiedad, dormir es una bendición que apacigua el turbulento río de mi sangre, desearía escribir resoluciones, pero que acepto esquivas o indefinidamente demoradas hasta ahora. El maracuyá lleno de mangangá y el nogal sin apuro madura las nueces que el otoño hará realidad. Se debe creer en el poder de la palabra, aún ahora. 

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