Recuerdo el niño que fui
Viendo amanecer sobre el río
Gigantes dorados en las nubes
y a la tarde rumor de tambores
En la aduana el sur es el que gobierna
entre el moho azul de los edificios
entre el silencio tanguero de las veredas
bajo la soledad de las estrellas
Recuerdo el niño que fui
volviendo de la escuela
enamorado y trasnochador
vago de alma y fuerte de palabra
Jugando a esquivar las pedradas en Mercadito Chico
cuando Sarandí era una calle flechada al mar
donde la tarde tenía olor de agua salada
y mis manos estaban sucias hasta la cena
Recuerdo el niño que fui
maravillado con las orquestas de los kilombos
siempre ansioso, atormentado
buscando una sonrisa en los negros paredones.
Andar por la rambla
gritarle a la inmensidad
soñador empedernido
taciturno catador de ausencias.
Recuerdo mi infancia
con sus rostros, hoy perdidos
con sus gritos
sus miserias y amores
Melancólico berretín de poeta
que hoy escribe.
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