Asustada, informulada en tus mil formas desconocidas.
Estas poseída por el espiritu de un oculto horizonte.
Eres el sendero, el avión, el libro en el viaje.
Dejate conocer por mis tímidos exploradores,
entraré en la vorágine sin límites de tu silencio
desearé que el tiempo frene a orillas de tu mirada
y la piel se dejará vencer, por un fuego antiguo e infinito.
Las siete de la mañana son ya...
y mis planetas giran entorno al recuerdo de tus pasos
como misiles, como balazos, como gritos.
Me arrastro en la palma de este insomnio de un año
me llevo las manos a la cara, intento despertarme...
Pronto el día no será ya una promesa
y leeré la canción sin fin de tu bandada de aves.
Estas poseída por el espiritu de un oculto horizonte.
Eres el sendero, el avión, el libro en el viaje.
Dejate conocer por mis tímidos exploradores,
entraré en la vorágine sin límites de tu silencio
desearé que el tiempo frene a orillas de tu mirada
y la piel se dejará vencer, por un fuego antiguo e infinito.
Las siete de la mañana son ya...
y mis planetas giran entorno al recuerdo de tus pasos
como misiles, como balazos, como gritos.
Me arrastro en la palma de este insomnio de un año
me llevo las manos a la cara, intento despertarme...
Pronto el día no será ya una promesa
y leeré la canción sin fin de tu bandada de aves.
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