domingo, julio 11, 2010

Versos libres de un encierro invernal

Se han calmado un segundo las aguas de mi corazón
la noche ha caído plena y furiosa, sobre la tarde cansina.

Hay una flecha que va rasgando el aire del silencio
es la esperanza de hermosos tiempos venideros.

Ya iremos hacia la sierpe, cuando le haga falta al mundo
entregados y atados de pies y manos, devolveremos la memoria.

Sin embargo en mi pecho no todo es quietud
hay también una brisa que parece una proclama.

Llenemos los vasos con el vino de la locura
y vaciemos de ellos las lagrimas oscuras
de una noche como esta.

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