Palacio anclado en alta proa de piedra, antigua ansiedad ancestral que devora lentamente el presente y se extiende al parecer más allá de todo esto. Una noción, una inversión, una regresión cada tanto suele ser prudente para no patinar sobre el hielo de viejas nevadas, ni caer en los abismos de otras eternidades. Vuelvo al ruedo de la impericia con las pilas recargadas y la mirada en lontananza. Soy porque soy, como puedo, como quiero, como me va saliendo. Quisiera que te sintieras a gusto, quisiera cenar asado sin que me duela la muela, quisiera aprender a manejar. Quisiera tantas cosas...
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