viernes, marzo 18, 2011

Hablando de Cuerdas


Hace tiempo que no escribo, será que ando en otras cosas? Bueno, puede ser, sin embargo acá estoy, intentando tirar de mis palabras como si fueran una piola de esas que generan una cantidad importante de fricción y que eventualmente te ampollan todas las manos. No sé si alguno de los amables lectores de este espacio se ha visto alguna vez en la situación de tener que trabajar con una cuerda, amarga y sin embargo útil compañera de tareas, la cuerda tiene esa dualidad de acercar las cosas y de alejarlo a uno de lo que podría llamarse comfort, porque como decía, el simple hecho de cinchar una cuerda (amarrada por el lado opuesto a un objeto de mediano peso) genera irremediablemente un doloroso ardor en la palma de las manos que casi siempre resulta en alguna ampolla. De todas maneras el balance general de la experiencia cuerda resulta casi siempre positivo, ya que sin ella deberían acarrearse manualmente baldes de material, bidones con agua, muebles de gran porte y otras cosas. El trabajo en la construcción, por ejemplo, requiere casi siempre la presencia amable de este elemento, por eso no es de extrañarse que a la hora de enfrentarse a la construcción de un texto como este, sea más que menester la utilización de una cuerda... para ir sacando las palabras digo, no?

No hay comentarios: