Hubo un eclipse lunar. Eso era fácil de decir, ahora... lo que no es facil de explicar es de donde vienen los rumores de montaña de mis tripas, de donde viene esa serenidad envenenada de desvelos y recuerdos, SI, una película que se repite, de sala en sala por los andenes de la árida cosecha de cardos que tengo en el pecho. Tratando de agarrar la sombra fantasma de tu cuerpo que se repite inasible fuera de mi alcance, sumida en una quietud de siglos, con el musgo tierno que florece en tu vientre, con los líquenes que cuelgan de mi corazón de árbol invernal, mastico mi soledad de perlas húmedas, mi estancamiento en un desamor que parece no curar ni el tiempo ni el vino ni la miel que busco como condenado por las lineas más adversas, por los pretiles más angostos de mi civilización de piedra, por los baúles donde descansan despiertos mis muertos y mis vivos. Pero no te encuentro, no puedo hallar ni tu sonrisa ni tu voz ni tus piernas de flores vivas, ni tu mirada de olivo ni de águila, no puedo. Ni entre la bruma de pantano que envuelve este febrero extraño, ni entre las miles de hojas que escribí para vos, cuando todavía existía, más que como esta lejana sombra fantasma que mira su reloj que no marca la hora sino de encontrar. Oigo el péndulo de tu corazón de manzana que imita a los grillos de aquellas noches sin poder lograrlo, contagiado quizás por la respiración cansina de este animal de arado que piensa mirando la luna, en la libertad...
2 comentarios:
epa! veridica esa nostalgia? ji
Ehhm, el escritor juega con la verdad y la ficción tejiendo un fino manto de posibilidades y certezas. En parte sí, en parte circo, en parte excavación, en parte vuelo.
Siga pasando!!!
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