Voz de partículas aglutinadas en el vacío
Fina catarata de sentencias tejen soledades
Hervidero en la limerencia dentro de mi cabeza
Espejo de esta soledad blindada por suspiros
Mirada de cock-tail volcado por el cristal de la ventana
Mientras otra serendipia se aproxima sin escolta
Y se vuelve realidad de vendaval tras alguna fantasía
El canto, el murmullo y el oleaje tenue en la copa de vino
Somos nosotros los que dilatamos las breves horas del alba
Somos los que despeinamos la arena en la vastedad
Títeres tras el telón disuelto del futuro
Manchas de manteca en el techo de la eternidad
A veces sueño que ya no quedan parches para este corazón
Y me despierto enamorado, poseído por el drama
De una mala decisión, cuentos orales de un vals sin remedio, vocación ensordecida por antiguos truenos
La noche sin punta, el aserradero del olvido
Desangrados corderos sin la libertad de una bala
Somos minúsculas orquestas brillando
en la profundidad de la noche
en la profundidad de la noche
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