Parece que te estoy viendo
Al borde de cristalizarte
Reunida con toda tu fuerza
Concentrada a punto de saltar
Volcán por reventar en erupción
Tu cuerpo desprende una esencia
Enloquecida de huracanes
Tus pupilas de honda piscina
Se dilatan y todo tu cuerpo
Se humedece como un rocío
En el atardecer de mis palabras
Perfumado de manantial
Alboroto nuclear en tus células de luz
Y correntada homicida
En tus senderos de oscuridad
Todo se atora, se atasca y grita en silencio
La miel de tu piel se derrite
Erizandose de asalto
Y entonces un beso suave
Un contacto inocente
Que desata el caudal de la demencia
En segundos la noche se inunda
Nos mordemos de pronto
Y enseguida somos animales
Desesperados, desamparados
Buscando entibiar el hielo
De nuestros cuerpos en la hoguera
Prepotente y deliciosa del encuentro
Me pechás, me empujas,
Ruedo por la alfombra
Quemándome
Te agarro de la nuca
Como quien se mide con el diablo
Ya no sos la tierna hierba parlanchina
Y risueña que me contaba noches de la Falta
Ahora sos un engendro salvaje
Que lucha por apoderarse de todo
Yo soy un perro rabioso
Que busca correr en el barro de tu inundación
Mientras nos pegamos
Nos atacamos de ternura tan potente
Y el mundo se desdibuja
Tan rápido como late el pecho
A la vez que nos buscamos
No importa la ventana
Sin cortinas
Ni el misterioso flamenco que deambula por la calle
No importa que la noche silbe
Canciones de los Beatles
No importa otra cosa que darle desahogo
a esa búsqueda primitiva
Donde somos como sombras
Deformes en carreteras de hurtos fugitivos
Nos tenemos que parar de golpe
Con los ojos bien cerrados
Nos miramos de frente
Y tu pelo es una tormenta
De sexualidad agresiva
Y dominante
Y yo soy aguacero
Que intimida y rompe olas
Caminas para atrás
Sin poder soltarme un instante
Y por el pasillo nos vamos perdiendo
En la penumbra
Hasta tu cama
Altar pagano que prefiere enmudecer
y olvidar
ante la presencia de esta irrealidad
Te empujo, te tiro, te talo como un árbol
joven en la plenitud de la noche
Que desea desenterrar sus raíces
Para correr por la espesura
Y a la mierda la musculosa
Quiero arrancarte los botones de ese short
y lo hago sin duda
Vos me arrancas a mi Lo que podes,
como el paso de una tormenta tropical
Me dejas desnudo, pero nos dejamos algo puesto
Porque la inmensidad de los cuerpos totalmente sin ropa,
todavía se reserva para patios de luz
Entonces ahí es todo furia
Amor, agonía y asalto peregrino
En donde crecen de golpe
Manzanas e higos
de sombra y de sal
Florecen azucenas a toda prisa
Y vos sos como una leona cazadora
Me intimidaste
Me reventaste la cabeza
Y yo peleo
Lucho como un dragón
Contra tu belleza de catedral abandonada
No puedo con ella,
Te agarro del pelo
Para que no puedas escaparte
Me miras así, de reojo pero a matar
Y yo que embisto
Detono, rezongo de un placer desconocido
Y de avidez abrumadora
Que comanda la barcaza de tu vientre
Ahí si que pareces un océano embravecido
Hembra de veras entre el terremoto
De mi abrazo
Somos ritual
Aire irrespirable
Porque el sudor es infinito
Y nos peleamos
Porque sabemos que esta demasiado bien
Nos destruimos a la vez que recreamos el mundo entero
Y no queda rastro de nada
Mas que de la luna insoportable De tus ojos
y el lucero vanidoso Y pernicioso
de mi total entrega
Hablás y hablás
Y no se bien que decís
Porque todo se confunde
En rombos y triángulos de luz
Que hieren los ojos
Al tiempo que curan el alma
Solo puedo agarrarte, apretarte,
revolcarte de gusto en la cama
Convulsionada y pertrecha
Me pedís que no pare
Me pedís que acabe
Y yo lo único que puedo hacer
Es aferrarme con alma y vida
A mi conciencia
Proteger el núcleo de mi existencia
De los vientos huracanados de tu orgasmo delicioso
Por momentos creo que lloro
Y al mirarte se que te pasa igual
Porque entre medio de tus patadas
Y tus saltos de grillo profanado
Te tiembla la pera
Porque es obvio que ninguno de los dos
recordaba que era esta hemorragia de delirio
Este adorarse con tal dedicación
El ritmo cambia y se altera dependiendo del pulso de los astros
Nunca termina la celebración
De nuestros cuerpos
Sacerdotes de una religión olvidada o asesinada
que celebra la pasión más elevada y el arrojarse de este modo
Pero te gana el deseo de poder
Y me volteas del revés para treparte sin demora sobre mí
Para acaparar la fórmula del milagro
Me das de bomba
En la locura psicodélica
De una nueva estocada
Torbellino criminal
Tus pechos se sacuden de rabia
Tu panza musculosa
Busca contracciones de candado
Y yo me dejo arrastrar
Hasta el fondo de tu cuerpo de leyenda
No hay mas dolor
No existe el tiempo
La eternidad es eso
Vos
Y yo
Juntos por el cielo que clarea
Y a lo lejos
La mujer de Franklin...
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