A la noche vuelve tu amor
Desatado por licores
Hambriento, cariñoso
Revolviendo eternidad
Irresponsable
No quiero dormir
Necesito una recarga
De esa tibia inspiración
Que habita en tu saliva
La opresión que va volviendo
Al despuntar el alba
Es carcelaria
Privativa, ardorosa
Caladora de mis huesos
Quien sos? Cabellera
Quien sos? Piernas de luna
Quien sos? Mirada
Patada, destreza
Enigma y madrugada
Patinando por ocasos marinos
Causante de mi pulso enloquecido
Te daría la vida por completo
Mientras dure esta eternidad
Negaría el Santo Sacramento
En el mismo momento ...
Hipnótico tu plumaje
En danza de apareamiento
Que es ruda, despiadada
Ventolera de telarañas
En rincones donde no alcanzo
Con mis manos elásticas
Estupor de imbécil paciente
Demorando infinitos
Palidece la llama de mi vela
Lejos del tiempo de tu fábula
Canción perpetua
De grave hondura
Y deliciosa frescura
Atrapante, desgarradora
Posesiva en su dejar ir
Quiero entregar mi cuerpo
En la forja interminable de tu vientre
Y derretir mi fortaleza
Porque ya no la quiero
Más que para combatir el tiempo
Que dure tu estadía
En ese mundo paralelo
Lejos de mi abrazo
Por suerte cada tanto
Te das una vuelta
Por el perfume de esta locura
Cortas la inmunidad
Para poder respirar
Y esta perfecto
Lo necesitas
Pero dame una noche
Vení a la arena
De el agua y el fuego
Que colapsa en terremotos
Cuando las miradas se juntan
Vení una noche
Para que sea eterna
Perdernos y encontrarnos
En líquidos salados
Y viscosas humedades
De cavernas y latidos convulsos
Tengo unas ganas locas
De tu shock, de tu vehemencia
Estoy que tiemblo de corrido
Febril por tu contacto que da vida
Tu actitud, tus múltiples posturas
Ansioso de ser caballo
Para tu carrera hacia la cima
De cumbre borrascosa
Tu traquetear incansable
Inagotable, furibunda,
tu muerte en reiteración real
Tu crimen de pasión
Que acabará mis ansias
Por un momento al menos
en el que la estática
Se apodera del teatro de la vista
Y nos acurrucamos
Nos escondemos
Nos adoramos
En la celebración continua
De esa cacería de voluntades
Y cuchillería antigua
Poblar la catedral pagana
De enrojecida cúpula
De temblor y contracción
Gotear despacio
Se mecen las calaveras
Y los músculos
Regados por filtraciones Divinas
Adquieren una tenacidad implacable
Y quiero oírte
Rugir, gruñir, desistir
Dejándote arrastrar
Al fondo de un nuevo empate
Cuando me vuelco
Sobre tu suplica impertinente
Te doy la vida
Y vos retorciéndote
Me das un poquito de misterio
Otra gota de ascenso
Vení una noche
Para entregarte
Y re florecer de miedos
Que no haya apuros
Solo cercanía
Y escocés y moquet
Sillón y ventana
Silencio y alarido
Pero ahora volví a la isla
Para otra vuelta
En la que los versos me inflaman
Para reclamarte en esta poesía
Que te vengas una noche
Para otro amanecer
Para otra fiesta de vos y yo
Para mirarnos, para vernos
Para olernos, atacarnos
Defendernos, volver a empatarnos
Y gozar hasta la locura de nuevo
Y que no haya apuros
Que te vengas una noche
Antes de la rutina
Naufraguemos en la arena movediza
De esta crisis de amor inesperado
Fractura expuesta
En cíclopes desencajados
Canciones de bar y de barra
Para incautos letristas
Que regulan a penas
Intensidades que matan
Universos impares
Estela de inmensa pasada
En oscuridad y penumbras
Veinte una noche
A nosotros
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