viernes, noviembre 09, 2007
Noche de razon insuficiente
Latigazos, latigazos latigazos y cadenazos, heridas abiertas de nuevo y de nuevo, con puñaladas de helada fatalidad, como cuchillos de hielo por las venas y los pequeños vasos del corazón. Te vas, todos lo entienden menos yo, hasta ahora, y me río y lloro en una misma e inmutable mueca de inexpresión e impotencia. Mientras no puedo evitar arder en los caminos que regresan por los años hacia atrás, donde las paredes eran tiernas y los gritos eran hermosos, donde las horas corrían con un gusto metálico en los dientes y una sonrisa imborrable en los labios, una sonrisa por saber que éramos. nuestros y solo eso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario