Señales

Allá en el horizonte, ¡allá! Detrás de las nubes que tiñen los ojos con una lenta tiza que se esfuma hacia el viento mientras las gaviotas del amanecer piensan en nosotros recordando aquella vuelta que nos desbundamos y bajamos a la rambla, a maravillarnos con los poli cromáticos resplandores del río de la plata, a besarnos y abrazarnos frente a las aguas hermosas, que gentilmente desplegaban sus alas de infinita y longeva paciencia, de perfecta liquidez y movimiento. Allá sobre aquellas rocas dejamos abandonado a nuestro amor de millones de momentos que eran solo nuestros, a nuestro amor de profecías y señales perfectas, a nuestro amor de porcelana indomable, a nuestra juventud de mariposa que reinó soberanamente mientras cantaron las gaviotas…