martes, diciembre 29, 2020

Bajada 72

 Cucharada de vapor en mi café 
una lágrima empapela la ciudad
el tablado que cerrado va soñar
tu perfume del verano que se fue

Recorrido un poco chungo
direcciones nunca claras
cruzan como si nada

Veredear, enlunar, vinosear
cantar enredadera en el montón
mi murga que camina en la ciudad

Corazón de otro ayer
Todo tiene un final
volverá a amanecer

carnaval! 

miércoles, diciembre 16, 2020

Sobre el agua

 Borra el rastro del día un aire de agua, las puertas están calladas, serias, alguien diría sumisas.. yo le voy a decir anhelantes. Una gotera tamborilea canciones de un pasado ahora borroso, siento que el tiempo es un truco de magia que casi siempre nos deja insatisfechos. Me parece que nos engaña el color blanco de los artefactos del baño, debería alguien redimir las duda, las penas y dolores que quedaron esparcidos entre cartas de amor sin respuesta. Tormenta silenciosa que apenas respira tras el cielo celeste. 

sábado, diciembre 12, 2020

Aquel abrazo


 Ayer a ésta hora el 124 cargaba unas 30 personas amontonadas en 18 y Andes. Se hacía carne el atardecer en el centro, poniéndose grisáceo el celeste antes de rebotar en los vidrios sucios de la calle Mercedes. Hoy el atardecer es de oros líquidos y amarillo limón, parado cómo un viajante que se recorta en la lejanía, hay gruesas nubes color carbón que inflan el horizonte, en el barrio hay candonga, hay bajos de son cubano atravesando todos los muros que hay hasta esta cama, hasta esta penumbra en la que estoy tirado sin remera. Rememora hoy el azul ensueño de la noche, aquella noche donde te encontré en la vereda, noche de día pesado de calor como la de como hoy. Flotaban miles de libélulas en el aire, el agua era un monstruo largo que crecía sin frontera, y colgada en un árbol de la calle Trueba, una mandrágora lloraba electrizando todo. Sobresalientes de erótica leyenda, las miradas se chocaron. Después el living, el olor de tu casa, la bebida que fue enredando la sorpresa sideral de las almas, las letras de murga que engalanaron tus labios de reina del arrabal. El pulso precipitado de quienes se desean hace varios meses y todavía no pueden concretar, esa era la noche, vos venías de Madrid, de Israel, de Denver, de Ottawa, de las cataratas del Niágara y no llevabas más de 10 horas de haber vuelto a Montevideo.  Pero tenías que irte rápido (cómo siempre), por eso esperé en el living que te cambiaras de ropa. Cuando volviste nos besamos. El aire afuera estaba empapado de rayos y Palermo era sede de seres mitológicos, minotauros y sirenas imponentes, altas hasta el cielo, tu mano en mi espalda,  pero ya tenías que irte, me iba a quedar con la heladera al hombro, un auto estaba frenando en tu puerta para llevarte. Nos soltamos y entonces siete rayos descargaron al unísono, formando casi un círculo alrededor de la ciudad de las bestias menores. Todo el aire quedó blanco, todo se quemó por una fracción de segundo, pero entonces un segundo diluvio cayó como una bomba de agua universal que cauterizó diciembre y nuestras vidas desde entonces. No te fuiste. Todos los músicos del recital al que ibas a ir se cayeron de culo y tuvieron que volver a enfundar sus guitarras para que no se las comiera la lluvia, la persona que te esperaba dentro del auto, solo llegó a estacionar por diez segundos, se iba. Te quedabas...






domingo, diciembre 06, 2020

Escribir queso

 


Occidente todo lo come con queso. Nuestra civilización se volvió una turba de zombies del queso en la que sólo "más" es "mejor" Vi a un aldeano pakistaní (de una villa perdida de Alá, en medio de la más cruel montaña) de setenta y pico de años, en el canal Reactistan, que al probar por primera vez en su vida un cacho de pizza napolitana preguntó, en su caprichosa lengua: "por qué todo tiene que tener queso?", para rematar con la siguiente reflexión: 

 -Qué pasaría si a algo no le pusieran queso?

 Manifiesto ser uno más de estos zombies, un cuerpo que ha sobrevivido a base de queso, tomate y harina, mal dotado con ese paladar tapado con grasas y almidón que tenemos todos los Montevideanos. Para mí que chorree la muzzarela es uno de los símbolos más representativos de lamentable ostentación de un proletariado desposeído de inquietud cultural, pero profundamente afectado por la idea de un lujo persa (que desconoce), mal criado en latitudes dónde los influencers gastronómicos te meten el queso por los ojos , vulnerado por la vanidad hedonista de la novelería, e incansable persecutor de esa imagen vacía por su excesiva suntuosidad. Esta idea se ve amplificada en la irrupción del queso (?) chedar. No puedo decir que no me gusta, porque la verdad es que sí, pero ese no es el punto. Cada 100 gr de chedar, te comes 6 de solo de sodio, y después 33 gr de grasa, 21 de los cuales son saturadas. El feta nada más, por poner el otro primer queso que se me vino a la mente, cada 100 tiene 20 de grasa (21 saturadas) y sodio 1 miligramos, contra los 6 gramos de sodio que tenía el otro. La mozzarella fior di latte, por otro lado trae 16gr de grasa cada 100 (11 saturadas) y menos de un gr de sal. No hace falta seguir detallando una a una, las muy numerosas variedades de éste producto lácteo. Desde el camembert, hasta el gouda, pasando por el parmesano (y toda su prole de imitaciones), el mascarpone, la ricota, el provolone, el suizo y el cuartirolo. Reconozco haber dicho que no era necesario enumerar todas las variedades, sin embargo no puedo escapar de mi condición pariente de la de Monterrey Jack (el personaje de Chip y Dale, no el queso) y ni bien me propuse no enumerar, comencé a hacerlo.. y podría seguir, pero tampoco me interesa retomar el punto, porque sería renunciar al propósito de carecer de punto en este breve texto. Pido disculpas si por un momento di a entender que el punto era la preferencia caprichosa por un queso de dudosa procedencia como el chedar, en detrimento de todos los demás. Tampoco era mi intención versar sobre ese costado de nuestra civilización global que de manera permanente nos quiere reunir a prepo bajo la bandera de una industrialización despiadada, que muestra su cara más feroz en los alimentos que minuto a minuto la humanidad mete dentro de su cuerpo con la más pasmosa naturalidad. Es verdad que por un breve momento intenté explayarme sobre el crimen que se comete contra el trigo antes que lo metan en esas tristes bolsas de papel, bajo el engañoso rótulo de harina de trigo, ya que en realidad se trata de harina de endospermo de trigo (parte menos saludables del noble cereal, que a su vez es la que más gluten produce, para único beneficios de una vida en la que se busca minimizar las esperas sin reparar en consecuencias), blanqueada químicamente y adicionada con ácido fólico, cómo para poder decir que tiene algún tipo de nutriente. Por favor que nadie vaya a creer que esto se trata de un alegato a favor de la vida ni a favor de la conciencia ni de la salud pública. Sólo quería escribir queso. 

martes, noviembre 17, 2020

Cancelar

 Cancelar diciembre... Cancelar carnaval y el desfile de llamadas, cancelar playas y plazas para atajar el vertedero de cacas de la zoonosis. Supongo que además sería cancelar el verano y por las dudas también el otoño, pero más que nada el invierno y así entrar en un bucle cancelatorio donde la más mínima expresión de pseudo-libertad, deba ser perpetrada en la clandestinidad. Mansa fila de misterios castrados en la penumbra

domingo, noviembre 15, 2020

Autorreferencia


 Una lata de cerveza barre el polvo de la medianoche. La calle Grecia padece los últimos pasos de las últimas mujeres interesantes. Después todo será silenciosa guerrilla, coágulo de asfalto que flota entre metrallas de moto y autos trasnochados con música fuerte. Alguien colgó luces de Navidad en la ventana, un familión cruza a los gritos, generando a su paso, los primeros silencios verdaderos. De este lado de mis ojos, las batallas promedian con algunos heridos de importancia y oportunas caballerías flanqueando el este con rojas banderas de labor. Este tabaco tiene gusto a mariposa, a tejado con luna, a ciruelo vigilante y a balneario con arena de sol. Mar que descansa en la bahía, sueño de gemelos invertidos gimiendo bajo pétalos fucsia. Pensaba ayer en las dos o tres novelas que me debo escribir, en las radiografías melancólicas y sobre adjetivadas de mi  prosa, en la persecución de la risa en mis mediocres cuartetas de murga, en esta nueva retirada, que ahora ocupa casi todos los rincones de mi poesía. Resulta que por esos azares me toca esperar un buen rato en la puerta de alguien, y con el ardor del aburrimiento llegan estás líneas sin motivo, estos retazos de silencio que se superponen con cara de letras random sobre blanco electrónico. Las orillas parecen siempre lejanas, comúnmente ando en el medio de la sopa y rara vez logro hacer pie. Prefiero a veces distraerme en el reflejo de las luces en los edificios del centro, en los cuadernos atrapados en jaulas de olvido y, bastante seguido, recuerdo la proximidad de la muerte, el polvo estelar que reclama despiadado, todas sus creaciones.  Seguiremos esperando un poco, en breve van a ser las 0:00

jueves, noviembre 12, 2020

Sobre 4 imágenes

 Camino Madrugada. Cerro de alientos mezclados para nocturnas palpitaciones y ojos que se empeñan vanamente en transparentar la realidad sabiendo desde el minuto cero, que recaer en tal arrogancia es un lujo reservado solo para aquellos que pueden, a fuerza de bastonazos, mantener rutinas funcionales durante años sin sorpresas. 

Una mujer negra, hermosa, radiante, brillando indómita desde una postal de apenas 8 colores.  estela de perfume que habla de playas horizonte y letárgicos tragos de alcohol a mitad de una noche estrellada . La frescura de la arena bajo la luna, el ardor  de una pulsión reproductiva vestida con mil abalorios.

El torso se deconstruye en retazos organicos de azul y de rojo. La blanca inmensidad de la bahía. Resuena un eco de cañita voladora y un cuerpo que tira para sacarse un pulóver. Dualidad que iguala dimensiones, una profunda llanura. Movimiento quieto sobre un papel.

Redondeada inmediatez de la piel. Queda tirando la entraña en medio de una suavidad que nadie ha visto venir. Todo se ha vuelto trigo, pedernal, sauce en la tormenta. Las más bellas uñas que he visto pasar. El cabello son varios ríos confluyendo hacia el esternón tallado en el pecho. La mejor forma de la carne, dulce de leche helado en la secreta intimidad de la pieza. 




  

jueves, noviembre 05, 2020

Avenida Jueves

 


Ansiedad de tigre preso. Goma universal que empantana todo aquello susceptible al corazón o a las vísceras. La mugre del caos y las alas deshebradas de ángeles invisibles, inundan la avenida con rumor de hierro, con ecos casi sordos, con sutil amenaza de inundación. Casi todas las cosas de hoy han conseguido inyectar en mis arterias, una sumatoria de sensaciones inarticuladas que deja rastros de baba por los suspiros que me atraviesan, fotos de fantasmas que todavía habitan la lentitud de mis pasos, la anatomía secreta de este destino ineludible. 

lunes, octubre 26, 2020

Y uno

 


Desplegar de mares cíclicos, manojo de espejos que reflejan la eternidad una y otra vez. En medio la luna, y debajo uno, con su luz con agujeritos, su sonrisa embravecida ante el desconcierto y un candil que tiembla entre los pasillos interminables y las puertas, siempre las puertas ahí, ostentando números sin significado, mirillas tras las cuales siempre está la muerte, y uno, uno, uno. Al dejar de buscar se encuentra, al llorar se está riendo y al nacer empieza la caída en reversa hasta el amanecer. Se vuelven a vestir de azahares las penumbras, vuelve a oler a jazmín la madrugada, y uno, uno, uno. 

sábado, octubre 10, 2020

No hay sábado

 


Hoy no hay sábado para nadie, porque entre tintas agrietadas por lejía, la noche es una papilla de si misma, un charco de espejismo donde el reloj ha volcado sus tripas y dejado un rastro de desolación. 

Las queridas son tan escasas, los fantasmas tan abundantes, los latidos tan valientes en su procesión hacia la sierpe, que no me resta más que declarar clausurado este sábado de primavera, hasta que el sol de la mañana anuncie que la vida siguió sin más sobresalto.

lunes, septiembre 21, 2020

El tiempo según Gerbet

 


Durante los primeros días del 2020, Baltasar estuvo fuertemente enroscado tratando de establecer la arbitrariedad de nuestra cultura, al hacer coincidir el principio del año con el día uno de enero.

- Quién dijo que tiene que ser así? Por qué no el 14 de marzo o el 25 de Febrero? Porque si vamos a los hechos, todos los días se cumple la totalidad de un año, si tenemos en cuenta el mismo día del año anterior. - Decía Gerbet mientras se rascaba la espalda contra el rugoso revoque del muro medianero.

Pasábamos el tiempo hablando sobre masa madre, interfaces gráficas y el diseño más apripiado para las nuevas plazas de deporte. En ésta última materia  nos topábamos con diferencias que a menudo nos hacían enfrentar fervientemente, aún cuando la mayoría de las veces estuviésemos de acuerdo en las líneas generales.  Solíamos argumentar con la mayor carga emotiva sobre los detalles que a cualquiera  podrían parecer insignificantes, pero que ante nuestros ojos resultaban decisivos. Tal fue el caso de la acalorada trifulca que suscitó un debate sobre temperarura de congelación del hidrógeno. Asi como la vez que  sentados a la puerta cerrada de Baker's Bar,  discutimos hasta la ira sobre la correcta preparación de un consomé, la carga impositiva de estados como Korea del Sur o el principado de Mónaco, y la decisión de los ejecutivos de canal 10 sobre la televisión de Polémica en el Barnos mantuvo casi cincuenta días sin dirigirnos la palabra, más allá que seguiríamos compartiendo tiempo de calidad juntos.

Al dia 51, rompiendo el larguísimo silencio, Gerbet sacó del bolsillo interior izquierdo de su chaleco, un bellísimo y delicado reloj de oro, que acto seguido destruyó por completo, arrojándolo contra el polvoriento piso de ajedrez de su sala de estar.

-me cago en el tiempo. -dijo

-sos un tarado - dije

-tarados son lo que son capaces de pagar una fortuna por ese delirante pedazo de maquinaria.

- o sea el resto del mundo.

-sí.

miércoles, septiembre 02, 2020

Cosas de creer o no

James Lipnickas Portfolio 


Está toda ésta cosa del estar presente. Por momentos se siente como una de esas ilustraciones de James Lipnickas, donde las escaleras hacia la luz son ominosas por su inmensidad y por las insalvables brechas que entre ellas se alejan irremediablemente. Afuera, en el afuera mas inmediato, todo esta lleno de goteras, de goteras heladas y endiabladas que buscan con la fugacidad de su vida, la forma de colarse entre nuestro cuello y la bufanda o nuestro hasta nuestro cuero cabelludo. Se hace muy presente la sensación de querer dejar de creer y no poder hacerlo. No hace falta observar en demasiada profundidad, para que la incredulidad empieza a hacerse carne, sin embargo nosotros no, ahí estamos. Todavía creyendo en lo que sea, en lo que se pueda, creyendo para creernos, para definirnos en pie de batalla o de igualdad contra la inmensidad más misteriosa e impredecible. 
    Gerbett estaba sentado en su sofá de tres cuerpos, con los lentes de cadenita, colgando casi estúpidamente bajo su cuello distendido por el consumo de grandes cantidades de ibuprofeno. No quiso creerme en el momento que le conté que llegaría un cheque a nuestra empresa, que haría efectivo el último de los 6 pagos recibidos por la venta de nuestro Screen-Play "Pan-Démian", film que fue estrenado recientemente bajo el nombre de Démian Pan y fue transformado por los ejecutivos de la Paramount en un musical para niños con una aproximación filosófica muy distinta a la que nosotros teníamos en mente. Valdría también aclarar que la obra original podía resultar un tanto confusa en ese particular... confusa en general, ya que a la hora de escribir el extenso libreto (1474 páginas), Gerbett y yo estuvimos casi de corrido en un muy intenso viaje de peyote. Asimismo, al momento de recibir la notificación de pago, todo el asunto me parecía bastante difícil de creer, y aun así, estaba ahí sonriendo, sacando cuentas acerca de la cancelación del la deuda con el Astillero que me hizo a pedido, mi tan amado velero Laduana (que espero sepa resistir con entereza este primer apremio climático de septiembre), ahora amarrado a la marina de Santa Lucía. 
    Gerbett se puso los lentes y extendio su mano, arrollando repetidamente los dedos, para que le pase el celular y corroborar así, con la extraña capacidad de sus globos oculares de transparentar por completo lo que conocemos como La Verdad. Al terminar de leer el correo electrónico que determinaba que ya eramos ligeramente màs ricos, mi amigo lanzò el telefono sobre el sillón y se estiró hacia atrás, y poniendo ambas manos en la nuca, sonrió satisfecho, aunque yo, como lo conozco mucho, me di cuenta que en algun punto, seguía molesto por la decision del estudio de remover las escenas donde una multitud de pangolines incendiados, lanzaban mangas de langosta sobre un ennegrecido campo de maíz, y otras con aun mayor poder de persuasión simbolica 

    

lunes, agosto 31, 2020

Callado

 james lipnickas, extraño e inusual | lamono magazine
Por qué una paloma gime con tanta melancolía como para derramar otra pincelada de azul entre las hojas de éste mediodía vacío. Debería encontrar un pasamanos, una baranda de risa que agarrar para poder soltar las lágrimas que pesan, aún evaporadas, en la esfera de mi reloj. Me quedé sin café. Cielo blanco encapotado tras cordones de azufre, una maravilla cubierta de polvo, un montón de horas estrujadas para navegantes ciegos y claro, cómo no, una paloma... Que por cierto, se ha callado. 

martes, agosto 18, 2020

La que camina

 Mundo que con las banderas celestes de su cielo, recibe un sinfín de pasos errantes, signos de labor y un deseo tácito de libertad. Mundo que entre vapores y machetes, se vuelve una paradoja tras otra, en busca de un conocimiento que quizás ni quiere encontrar. No está mal para ser martes. Por supuesto la calle está cortada por todos lados y finalmente, el ómnibus hallará un camino para adelantar los relojes. Yo ya estoy en la plaza y más tarde se reunirá la murga que camina. 

viernes, agosto 07, 2020

Por la lluvia

 Altares que no se queman

Susurros melancólicos 

Vida atropellando grises

Y cápsulas donde no entra el aire

Quedan detalles en bolsas de olvido

Lunas como gorriones

Buscando amaneceres o lápidas

Rápido furgón de nadie

Que empeña otra madrugada .


Siempre viajando

Siempre alada recopilación de sueños

Nunca aadormecida ceguera

Nunca vanidad de caudillo matador

Casi siempre siembra

Paredón lavado por la lluvia


lunes, julio 27, 2020

La inspiración de Julio

El fuego lame las paredes de mi estufa
Y se deshoja en lenguas nunca iguales
Éste reloj que ya no miro
 Es un florero vacío

Tu espalda es recipiente de otros besos
De otro futuro bendecido por risas y por vino
Pero porfiados
Mis cigarros van a hablar de estas calles sin sentido
O de la niebla tan fría
Qué blanquea mi jardín

Capáz sé que vos andás por otras calles
Que por ahí son siempre las mismas
Aunque yo te imagine
Dibujada en acuarelas
Tras la ventana de un avión
Y quiera creer que me pensás
Aunque no sea cierto

Ya no me engaño, mi amor
Con imaginarios regresos al tablado
Ni con respuestas de último momento

Ya no repito tu nombre a mis amigos
Ni limo mis tristezas
En la cordillera azul de tu recuerdo

Porque ahora sólo hay éste fuego
Solo este manjar alucinado
De tu nombre sin fórmula en mis versos

Solo la anécdota ahora inverosímil
Dónde una vez nos abrazamos
Y justo empezó a llover.

viernes, julio 24, 2020

Sueño que pega

En la mansión adormecida de mis palmas
Late el recuerdo de una negra cabellera
Ave de paso que la otra noche me vino al sueño
Dejó una rosa calcinada en mi memoria
Y un dibujo raído
Por los laberintos de mis ojos

No se agota el húmedo sentimiento
Ni se lava el ansia acalorada
Por más que el tiempo se esté yendo
Sigue estando mi mirada
De la suya
Enamorada

miércoles, julio 08, 2020

Cada día

Ramilletes de lavanda
En sacones olvidados
La mañana exuda su frío
Y un bus que se va llenando
Con ojos pegajosos
Y tapabocas...

Sinfonía de semáforos
Para avenidas grises
Y una mujer hecha de humo
Tocará una puerta lejana

Unidad heterogénea
De historias mínimas
Rutas que llevan al alba
Y canto de palomas
Como un disco viejo
Que se hace nuevo
Cada día.


sábado, junio 27, 2020

Balcón de todos los vinos

El frío apuñala la calle
Bajo los 52 cielos del GPS
Colmena abandonada
Por ilusiones de antaño
Y lunas quebradizas
Que harán acordar a poemas
Cortados por las dos puntas

Ya se ha dicho
Qué los autos son insectos
Y que nuestro brillo fugaz
Apenas será el recuerdo de un nombre
Borroneado por el relato
De los que nos sobrevivan

Quisiera que quede un verso
Alumbrado en la vereda
Quisiera que quede un libro
Abierto junto al balcón
De todos los vinos

Vuelve un invierno anterior
Una caja de Nevada
Y los dedos entrecruzados
Temblando en la madrugada


lunes, junio 22, 2020

Capurro

Un  océano carga el cielo
La llama de Ancap despeinada
En la humeda brisa
Y un bar del Barrio Capurro
Me dicen "polvareda"
Cuando quería escuchar "abrazo"

Los semáforos rotos
La ciudad amputada
El demonio colgante
Sobre un arroyo sucio
Parecido a un espejo

Todo me huele a crepúsculo
Y a tapabocas

Algunos de mis poemas
Se pierden en demoras

miércoles, junio 03, 2020

Abajo de un edificio

Pitar en el frío
Congregación de muertes
Que miran desde balcones
Pasos insomnes en la helada

Yo con mis amores perros
Ella con sus collares de luna
Allá, fantasmas delirantes
Acá, personas como sombras

Bares demolidos
Entre montones de recuerdos borrosos
Alas astilladas por besos
Besos bajo mareas del pensamiento
Y otro poema difuso
Para ángeles sin memoria
Y dolores anestesiados por la noche



miércoles, mayo 27, 2020

Murga .mujer

Da la contrafarsa
Paso a una canción de Piazzola
Mientras el omnibus como un vientre
Me aloja en este estado

Hoy vi el fuego de tu infancia
Perdido entre remedios de humo
Vino para el arroyo Miguelete
E islas en misteriosa repetición

Desconcierto
No sé ni yo cuánto te quiero
Ni porqué quedan lágrimas de polvo
En lo azul de mi tapabocas
Ahora todo parece una boludez
Pero te aseguro que no...

Canta la falta y resto
Y yo me voy cantando también
Retirada de un verano con flujo
Y guitarras desvanecidaa
En el último portón del corazón


martes, mayo 26, 2020

Llavero de plumas

Tu carne de madera
Ramas queriendo apuñalar el frío
Lunas por todos lados
Vomitando vino

Me pregunto por tus huellas
Mientras se me escarcha el bigote
Y los dedos me duelen
Con dolor de piedras
Pero no hay respuesta

Lengua universal
Árida latitud sin reinas
Y coros espartanos
Sin cabeza.

Se acaban las novedades
Se descongelan las pestañas de la noche
Voy a buscar mi barraca
Y mi llavero de plumas

viernes, mayo 22, 2020

Desde un semáforo en el Costa Urbana cerrado por la pandemia

13 años más tarde
Este sitio sigue en pie.

Rasco pelusa del pantalón
Y miro horizonte quieto

A veces camino
Y la noche
Se vuelve un perro
O un coliflor

Entre ayer y hoy
Vi varias personas
Usando una ruana.

Por ahora sólo eso.

martes, mayo 19, 2020

Sin medias

La piel transparente
En el larguísimo cogote
Mis catorce ojos en ella
Trancados por la fascinación
Ruedan de arriba a abajo
Con pudorosa prudencia
Por su cuerpo hecho de murgas
Y de sueños.

Tengo que chequear que estoy despierto
Tengo que tratar de callarme la boca
Inclusive cuando me arde la sangre
Al pasarme por el pecho
Y por las manos

Nunca me olvido
Lo bueno que es estar con ella
Y eso que hacía varios meses...

Pero una gota de su risa
Alcanza para dormir una semana
Con su perfume jugando por mi almohada




jueves, mayo 14, 2020

A un paso

El reloj a veces devuelve nombres
Arrastra suciedad de besos y de sueños
Y se esconde tras su esfera de números
Con cara de yo no fui

Cuando busco con desespero mi herida
Suelo sentir que ya no está
O peor ... Qué está por venir
Agazapada como un gato
Detrás de puentes o de sombras

Mis acuarelas, mis callejones
Mis miserias y mi heroísmo
Tienen por hábito mezclarse
En un paté de humanidad
Qué sueña

El sol se despereza
Parado a un costado del cielo
Con lentes de dolor
Y como siempre
A un paso del invierno



sábado, mayo 09, 2020

Nuevo guión

 Para cuando arrancó la pandemia global, Gerbet y yo habíamos tenido un relativo éxito inicial cuando estrenamos nuestra obra de teatro, y digo relativo si lo ponemos en comparación con nuestros otros dos movimientos en el mundo del espectáculo.
 Un día después de que el presidente Lacalle decretó el estado de emergencia sanitaria, mi casa sufrió una agresiva invasión de babosas. A las ocho de la noche eran seis las que se dejaban ver, campantes y decididas por el comedor. A las diez y media eran catorce, y ya para la medianoche habían superado el centenar. Debo admitir que la destreza que desplegaron para alcanzar las trescientas cincuenta, me produjo una incómoda sensación de angustia. Una vez que me pude parapetar, con la espalda contra un rincón (por alguna razón que desconozco, las babosas no intentaban tocarme ni arrastrarse sobre mí) comencé a idear el guión para una película de bajo presupuesto y breve duración, en la que  se desarrollaba una interesante historia acerca los causantes de lo que en ese momento llamé: "la maniobra coronavirus". Una vez qu hube reunido los elementos imprescindibles para tal fin, me las ingenié para dejar mi pequeña fortaleza y salir en busca de mi máquina de escribir Olivetti y bajar a teclazos, los lineamientos generales.

Continúa

miércoles, mayo 06, 2020

Esquela demorada

Redondamente
Llegan los aires quietos del invierno
Pronóstico surrealista
Y contemplación perruna
A un horizonte como cortado

Bailan el vals del deterioro
Los días y los amaneceres
El mármol apolillado
Y las manos demasiado limpias

Cada tanto cae un mensaje
Mientras el frío se apodera del hogar
Y una moto espanta al último gorrión

Volverán las cantarolas
Los bailes en una baldosa
Y los vinos de la madrugada


lunes, abril 13, 2020

Siesta perdida

El otoño vino con cara de árbol
Y donde estaba el verde paraíso
Ahora está el, lo más campante
Todo disfrazado de amarillo 
Me mira con distanciamiento amable.

Ya llegó también a la noche
Usando masacarón de acolchado
Con golondrinas en mi tintero
Y cien arañas traslúcidas
Descolgándse en mis sueños

Dejó caer su sábana gris
Despertando sospecha en las estufas
Y disminuyendo el ritmo
A un sol cada vez más esquivo.

Se combinan en su aire
Ladridos y olores de hojas quemadas
Donde se confirma el pacto
Con sopor y letargo de siesta


martes, abril 07, 2020

Fumo

Sólo y con capucha
Fumo en la clarísima noche
Los últimos perros se refugian
Ante la cercanía de las doce

El motor de un omnibus
Se pierde hacia el solitario Sur
El frío es como un milagro
Con un grueso abrigo de sombras

Desfiladero donde descansan las huellas
Soledad absurda de un amor
Que fue chispazo.



lunes, abril 06, 2020

Sus perros

Te pasan por arriba las cosas
El desorden de la mesa
El mate lavado, el viento al sol
Ese compromiso con vos mismo
Latitas rodando en el teatro de verano
Música de mil atardeceres indefinidos

Luto de cientos de duelos superpuestos
Raro manantial
Este amanecer a mediodía
Será, con suerte, increíble anécdota
Para adultos de otro mundo

Tenía carreras en ómnibus
Tenía letras bien dispuestas
Para amontonarse en un disco
Tenía una murga de amigos
Y una princesa dañada
Que fuma marihuana con sus perros

martes, marzo 17, 2020

Ciudad la pandemia gris :: insulto a J. Drexler ::

Ciudad la pandemia gris
Debe llover en Trueba
Aunque ya no sé
Y tampoco me duele

Cólera de algún almacén
Que una vez fue punto de encuentro
Lugar donde el azar puso sus huevos misteriosos
Rábica latitud de sombras
Morder el seno con lunar
De un amor que ya no es nuestro

Pasaron años ya
De todo aquello
Y sin embargo mi poesía
Es como un satélite
Pavoroso
Entre luciérnagas imposibles
Y desencajadas turbulencias
Que el corazón acaba aceptando

Las flores se deshicieron en promesas
Vacías rémoras
Para jinetes intrépidos
Y juncos que languidecen
Sin remedio.


domingo, marzo 08, 2020

Final del carnaval

Vaga estela de camión
Tras la que viene un silencio
Un tiempo de nueva fermentación
Donde semillas buscarán salir
Otoño de lánguidas paredes
Con mañanas preciosas
Y manzanas doradas por el sol

Ahora existe un reposo
Y un decir descanso
Cuando quiero decir rara angustia
Melancólico ovillo de preguntas
Al pedo.

En unas horas
Seremos polvo

miércoles, marzo 04, 2020

Fragmentos de sueño

No quise escribir un poema
Escuchando publicidad bancaria
Preferí el café silencioso
El divagar de la brisa
Que una avioneta astilla
En mi sombra fugaz del mediodía

Soñé con túneles en francia
Con nadar en aguas verdes
Y automóviles

La ciencia se desbarata
Al sonar de una bocina
Canta una calandria acá en un árbol
La distancia se hace elástica
Entre estas letras desparejas
Que aglutino casi a huevo

lunes, marzo 02, 2020

Otro capítulo

Todo el bullicio escondido
Bajo la piel
Ruido de galaxias
Figuras que se mueven
En lento pulsar

Toallas al sol
Bajo el cielo sin nubes
La rambla tiene una herida
Que nació hace 200 años

Una mujer
Hondonada en el infinito
Ojos llenos de fuego
Y pasos de arroz
Sobre la nieve

Desfilan las sombras
Se descuelgan por la pared
Buscando una tarde distinta
Que a lo mejor encuentren

miércoles, febrero 12, 2020

Nos obligan a salir

La calle está desabrigada
Todo risa la vereda
Baja de nuevo hasta el mar
Soñando agarrar tu mano
Contra la luna menguante

Y qué bravo es disimular
Qué difícil fingir que no es nada
Venderle al mundo vacío
Qué soy inmune a tu inmediatez

Pero después la fila 10
Asiento 3 y 4 del sector B
Soplados por un viento frío de verano
Que trae desde la aduana
Clarinadas colosales
Dúos épicos
Solos legendarios
y rastros demasiado vivos
De fantasmas de carnaval

Y me cruza un estremeciento
Mitad por tu estremecimento
Mitad por mi deseo tembloroso
Por el universo que coincide
Para vos y yo..

Aunque no sea más que esto
Me conforma la tensión de la amistad
Entre el diablo adormecido
Y la posibilidad cierta
De no ser jamás.

Otros países 6

Pálinká jó Reggelt!!

Sucedió que me he dedicado al alcohol. A la investigación y rastreo étnico de un tipo de bebida propia de aquí. Mal he podido rastrear y lejos de esclarecer el asunto, lo que he descubierto no es más que un antiquísimo dilema que enfrenta a Rumanos y húngaros sobre la propiedad de la palinca. Sufrí a un licorero que me vendió, casi a prepo una botella con liquido color ámbar o dorado cuya etiqueta rezaba Tuica du Prone, con ampulosas letras coronando dos bellas ciruelas. Yo le pedí Pálinká, pero el tipo me dio eso, Tuica.  Bebí, era de día.

Avanzada la tarde, envalentonado y no conforme con lo sucedido, me aventuré por las calles céntricas de Cluj-Napoca mirando lo más posible en busca de cualquier señal. Finalmente di con otro lugar, donde una ambale muchacha, en una tienda muy pintoresca, se mostró abierta a compartir conmigo su conocimiento sobre el dicho brandy de frutas.  Lo primero que dijo fue que la Pálinká es húngara, donde tienen denominación de origen sobre el producto en cuestión. El primer registro que aparece al respecto es en 1332, donde se dice que la esposa del rey Carlos I, utilizaba un aguardiente único para combatir la atritis que la atormentaba. Finalmente, un dato algo esclarecedor: las fronteras en estas tierras jamás han sido demasiado estables, recordando como una cuenta más en el bélico rosario de la región, la reciente guerra de los Balcanes. Hecho por el cual resulta en vano intentar establecer un país de procedencia, amén que los húngaros ostentan la mencionada denominación. Se trata del destilado de un fermento de frutas. Cada área cosecharía más de tal o cual fruta y en base a excedentes de producción, sería utilizada para elaborar una potente bebida espirituosa, digamos que con un mismo método y una misma misión: dársela en la pera (pera como sinónimo criollo de mentón, no confundir con su acepción frutal).

 Aquí en Rumanía, la ciruela es toda una institución, he probado incontable cantidad, y deduzco que casi a modo nacionalista, se conforman con aclamar a la Tuica, como la verdadera Palinca. En medio de su exposición, la muchacha rubia de fino cabello lacio, se dio vuelta para buscar algo en uno de los estantes que tenía por detrás, pensé que Nicoleta tenía una noción mezclada o una versión propia sobre el costado antropológico de la bebida. Trajo una botella sin etiqueta con algo incoloro dentro y dos cacharros pequeños, cuyas bocas eran menos amplias que sus bases. Sirvió en ellos hasta arriba y me instó a brindar a la voz de "Itsen! Itsen!" y tomar al estilo de shot. 

Su familia de origen húngaro la había elaborado de forma casera. Fue como un hachazo de fuego en el pecho, cortándome al medio y lanzándome hacia mi propio cuerpo a toda velocidad. Parece ser que para esta elaboración se utilizaron duraznos locales muy dulces, peras, manzanas, ciruelas y algunas cerezas. Se genera una pasta con todo eso y de deja fermentar. Luego un destilado doble y hasta triple y todo embarricado en metal. Esta palinca que probé, según decía la chica, tenía una graduación alcohólica de 72%, me dijo que se hacían de hasta 86% y le creí. Antes de irme volvimos a brindar y cuando llegué al hotel Ion Luca Caragiale (más barato y confortable que el nefasto Carpati), me hallaba bastante entonado. Loco del pedo, parq ser mas exactos. Le escribí mientras bebía dos grandes vasos de Tuica-tonic con mucho hielo. La resaca del día de hoy ha tenido su nombre rayado en todas partes. Ayer la sentía de manera exacerbada. Creí poder arrastrarla hasta los Cárpatos, con el solo poder de mi voluntad, solo para hacer de nuestros dos cuerpos, una sola materia viva, bajo el amparo secreto de la medianoche Rumana.

martes, febrero 11, 2020

Otros paises 5

Pasa un ómnibus que con un quejido lento, se pierde en la noche de Cluj-Napoca. Viva, la ciruela da vueltas a mi paladar, ahora un café en un pequeño vaso térmico, mis pupilas arrojadas al vacío de una avenida lateral cuyo nombre ignoro. 

No he hecho más que frecuentar algunos bares o pubs, ya que me dijeron que la propuesta cultural de esta ciudad, da que hablar en urbes mayores. Así fue anoche que vi una banda de Gispsy Jazz, formada por unos jóvenes encantadores, con chalecos y pantalones de vestir, y esta noche, luego de una proyección de cine universitario "a la gorra", asistí a un jam de poesía, por demás interesante, en el que pude conectar casi definitivamente con el idioma y, me atrevería a decir, la sensibilidad de la vanguardia poética que milita por estas latitudes. No he encontrado espíritu de avanzar en las lecturas y menos de consagrar algún tipo de adición a mi obra literaria. Algunos museos y edificios públicos fueron también objeto de mi contemplación durante las horas del día, resultando en un gran placer por mi parte, y no así por la de los edificios, me temo, quienes se mostraban más bien indiferentes a mi insistente visualización. 

Yo la sigo invocando. La reclamo en mi cuerpo. Aunque esté por ahora, fuera de mi alcance, la concentro, la voy destilando en mi pensar, imaginándola, recordándola,  la voy reconstruyendo en el coliseo de mi voluntad y la disfruto así por el momento, con sus abrazos de letra y sus cartas que me agarran siempre en ese momento que es la última isla antes del hondo sueño.

Su respuesta de anoche fue uno de los más bellos gestos que ha tenido conmigo en el último tiempo. Logró como tantas otras veces, atravesar todas mis defensas y acariciar, no sin una brisa de brusquedad, mis más íntimas fibras. Al volver de la noche rumana en Cluj-Napocs, me volví al hotel a dormir,  el bálsamo gratificante de una sonrisa que la desviste a la distancia. Deseándola de forma incrementada, casi respirando el perfume somnoliento de sus ojos. 

Qué habrá querido decir Morfeo con las imágenes que me dio a vivir en su reinado? Yo interpreto que el cielo nuboso significa la dificultad que hemos atravesado, el viento es el cambio, la fuerza vivificante que coencta nuestras orilla, la Luna es la magia. El abrazo.. En fin, el abrazo entre su ser y el mío, es una comunión indescriptible, como usted bien sabrá. 

La quiero. Con determinación deseo poner fin al invierno de no mirarla a los ojos. Le mando mis mejores deseos siempre y todo mi cariño. 

lunes, febrero 10, 2020

Recomponer

Descubrimiento del pecado
Rincones donde uno llora
y duele la incomodidad
Que trae la confianza

Silencios para que arda el alma
Añicos por los pisos de baldosas
El vidrio roto del tiempo
Celulares con su cadena de súbditos
Peridos ante su brillo misterioso.

La estanteria del corazón se vino abajo
Hercules vergonzoso
Sosteniendo una escalera enloquecida
Patio donde va gente a soñar
Escondida entre claveles

,

domingo, febrero 09, 2020

Zumbo's just desserts 2

Ni siquiera es gente real
Chimeneas se disparan al cielo
En un buche lleno de cremaux
Y un golden ticket
Hacía otra dimensión
Tan irreal como ésta.

En la qu el afro grandote
Con ascendencia en Nueva Guinea
Hace moldes de calavera
En delgado chocolate.

Y la hermosísima asiática
Que hace un glaseado perfecto
Y merengue de pomelo
En interminables pasteles espejados.

Cueva del macarrón
Y del helado de yogur
Y humo de canela
Con .higos frescos.

Pera y lima
Ganache de queso azul
Sobre galletas de romero

La fruta se carameliza
Generando jalea

En el congelador
Pasan cosas de lo más alocadas
Mientras en la estación
El veterano lanza el humo de canela
Dentro del bowl con helado

Se quiebran los cilindros de vidrio comestible
Vapor de chocolte blanco
Mientras el queso azul cede ante el mixer

Color de rosa vieja
Espejos saturados de azúcar
Se vuelven a quebrar
Y entonces la tele se vuelve polvo
Y la sábana sucia
Y el nitrógeno líquido.




sábado, febrero 08, 2020

Raro poder

Luna borracha arriba del barrio
Sonriente colección de chiquilines
Con ojos de todos colores

Una magia vieja que nos hace cantar
Y ese cosquilleo misterioso
Como una flor o como un pájaro

Lugar donde mi poesía vacía
Vuelve a vivir en garganta del coro
Sobre pies que nunca están quietos

Sortilegio
Embrujo
Raro poder
Carnaval.

jueves, febrero 06, 2020

Teatro de Verano

Ta!
Ya no me quiero contener
No quiero amordazar el grito
Que entre veredas me achicharra

Sabe Dios lo que he callado
Lo que entre risa y serpentinas
He elegido no decir

Pero son casi las cinco de la mañana
Y no parece haber motivo...

Amor

De lunes y de jueves
Amor de un martes cualquiera
Amor sombrío de Marte
Júbilo encarcelado
Por una Venus incapaz de responder

Guacha, tus ojos...

Murga, tu grito agarrotado en carnaval
Confieso ser un campo de batalla
Entre amores imposibles
Y guerras perdidas de antemano

Guacha, tus manos
Tan distantes de aquellas manos
Tu abrazo tan distinto a aquel abrazo

Luna que en febrero
Es más copiosa y más satánica
No me dejes nunca afuera

Y por más que la muerta viva
Y que todos los pasados sean imposibles
Y que el sol amenace fuerte con salir
Quiero decir que te siento
Que no hay brújula ni olvido
Que nos pueda contener

Y aunque quede medio poema sin decir
Quisera darte las gracias
Por éste Teatro de Verano

jueves, enero 30, 2020

Calentamiento

Carnaval como un pájaro
Esconde entre las plumas
La melancolía del invierno
En la tempestad de brillantina
Surge como ahogado, un gemido
Una tenue cancelación
Que es espada entre las rosas

Fumo mientras escribo
Recordando la niebla y la helada
Catástrofes de besos por carta
Balcones apuñalados
Y rimas descarnadas
En el canto final

Patina la noche afuera
El último ómnibus
Se lleva a la murga de nuevo al club
Y los vinos serán de anestesia
Junto con abrazos como salvavidas
Para minutos que morirán sin remedio.

domingo, enero 26, 2020

El cielo del agujero que mira, María

 
 Casi definitivo instante
Donde el agua y los edificios
Se chocan
 Cuando pasa el gas la rambla
Y una calle muere en silencio
Sin ver el mar
 Su ventana para siempre congelada
La silueta de un viejo muerto
Que entre pensiones de olvido
Deja rajar al final
Únicos abrazos y piedras preciosas


 La sola sombra 
El salado Salomón mental
Tiene el hígado indiferente
Y mientras ralla las pelotas
Sube en árboles campana
Para atorar en luz de oro
La hora última de la noche

Verso errante andariego
Duendes re curdelli
Juegan a la rayuela
Entre Ángeles de combustible

jueves, enero 23, 2020

Crónica

Desintegración de toda constante
Muros vivos que ceden
Ante fantasmal empuje
Finales ligeramente similares
Visión de un llano infernal
Donde mueren los días terrenos
Decrepitud andante
Desobediencia que raja las pieles
Ojos triturados
En pastina sin nombre
Catedral sobre una montaña
Vacuedad de todo espíritu
Sangre en polvo como condena mística
Sitiando a náufragos sin aire
Procesión de ataúdes infames
Junto a ataúdes heroicos
Cuya gloria es vejada por relojes
Puntas de lanzas
Con los dientes carcomidos
Dragones de uniforme
Vomitando fuego sobre manifestaciones
Buques llenos de venganza
Agua cáustica para pobres que se aferran a una bandera perdida
Dolor de madre bajo heridas de metralla
Fuegos de artificio para mujeres asesinadas


viernes, enero 17, 2020

Cigarros del amanecer

Qué capricho de Morfeo
Te habrá devuelto a mi playa?
Qué torcedura, qué limadura
Te habrá puesto bajo esa fina lluvia
En ese supermercado
Viviendo en el mismo corredor
Atesorada, melancólica
Muerta de olvido
Y desamor.

Vi tu boca
Después de tanto tiempo
Tu pelo descolgándose
Sobre tus hombros finos
La maravilla de tus ojos
Hondas piscinas de café
Que sobre enroscaron mi soñar
Atándolo a si mismo
Imposibilitando su deshacerse
Al despertar.

Ya no espero más respuesta
Que la de tu voz en mis sueños
Sé que se han agotado para vos
Los pensamientos donde me urgías
Los pensamientos de piedad
O las recordaciones insomnes
Sobre desérticas sábanas negras.

Casi acepto
Casi suelto
Casi vuelo
De aquel abrazo
Con lluvia.
De aquel vino
Y los cigarros
Del amanecer.


jueves, enero 16, 2020

Casi estamos

Ya están reventando los ensayos
el viento que insinúa brillantina
Se despliega bajo la luna menguante
Y el temblor del carnaval
Aumenta en cada toque de campana

El centro ya es pabellón de Momo
Enero como una gaviota o una paloma
Vuela en picada hacia un rápido amanecer de rubíes fantasía.

Caminaremos la rambla hoy
Para llegar a viejas novedades.



lunes, enero 13, 2020

Me dejaste varela

Dormi más de un amanecer
Arrugándome de ganas
Ni una ni dos ni tres ni cuatro
Como ahogado, en un rapto
Dónde abunda la teoría
Y naufragan las chances
Una tras otra..
Todo escape, todo desencuentro
Todo no correspondencia

Subo al viaducto casi solo ahora
Con la murga todavía en la ropa
Y con palmas de bajada en enero
Casi solo
Al saber que no hubo quórum
Ni esta noche ni aquella otra

Hace algunos años, una vez
Estuviste cerca
Y yo atropellé volcanes sin ternura
A las nueve la mañana
Pero ese no fue el yo que quise ser
Y nunca más pude ser otro

Porque vivís en mis bordes
Siempre cayéndome por fuera
Y suele ser tanto mi pudor
Que soy incapaz de alcanzarte

Y termino último y acorralado
Queriendo ser ese que hoy
se encontró contigo.

domingo, enero 12, 2020

Agradecimiento a Borges

Medianoche
Y una angustia como frazada
Revienta silenciosa
Contra un ruido de motor lejano

Todo es amarillento
Todo dentro de éste verano de nadie
Ebulle en esa luz como de condena
Que apuñala calores
Y tiñe con su derretimiento
Mi aire acogotado de vacía espera

Hoy encontré en las palabras de Borges
La lágrima que el día me tenía reservada
El detenido brillo en su ceguera
Me recordó cuál es la tarea del poeta
Y cuál su pecado capital

Hoy encontré en uno de sus poemas
La pieza del ajedrez por la que muere mi tiempo
La brisa quebradiza
La intimidad del mediodía
La insignia de símbolos
En la que naufraga mi poesía.


jueves, enero 09, 2020

Inesperada enemistad e inmediata reconciliación

 Gerbett y yo volvimos a tener problemas personales... Más exacto sería decir que nos tomamos a golpes de puño (aunque me pareció más apropiada la primera, para línea de apertura). El incidente se desencadenó cuando al momento de pagar por la transacción, mi amigo comenzó por sospechar de la autenticidad de las obras de Giotto que yo estaba a punto de venderle. Dejó caer la pluma sobre su mesa, en un sobreactuado gesto de sorpresa. Sin mover un solo músculo de la cara, del bolsillo interior de su chaleco de paño negro (no estoy seguro sobre el nombre de la tela ya que no me enorgullece mi amplia ignorancia sobre el nombre de los distintos tipos de tela) sacó un pequeño y muy arrogante monóculo, que se colocó con aires Reales. La imagen me produjo tal indignación, tal daño en mi estima por Gerbett, que le di un jab de zurda en el ojo que no llevaba el monóculo, el izquierdo creo recordar. Él soltó un grito de dolor que , a propósito, hizo sonar como una especie de grito de "yo sabía". Entonces en un gesto inesperadamente agil, giró habilmente y lanzó sobre mí, una bonita patada de taekwon-do, que por fortuna, gracias a los reflejos que aprendí como guardametas aquella temporada 92 en la categoría churrinche del Alas Rojas, logré semi esquivar, obteniendo como mejora, la totalidad del impacto sobre la cara exterior de mi brazo izquierdo, y no en la cara exterior de mi cara, como hubiese sido el deseo de mi amigo, ahora devenido en mortal adversario. 
 La lucha se propagó por cinco o veintiséis minutos más, habiendo resultado dañado en el proceso: el control remoto del aire acondicionado, algunas páginas de una antigua Gideon's Bible, un vaso con fondo de leche con cocoa, un inmenso castillo de naipes hecho casi de 240 unidades, la pantalla de mi C115 y por supuesto las 7 obras de Giotto que Baltasar escupió con sangre durante una de sus alocuciones vociferantes, en las que me acusaba no solo de falsificador de poca monta, sino también de no condimentar la comida lo suficiente, esto último sí, casi consigue quebrarme por completo. 

domingo, enero 05, 2020

Duerme la murga

El humo se vuelve compota
Bajo el canto del ventilador
Disolviéndose al final
Errante en la noche

Sangre en los arbustos
Molinete de sombra
Que nadie sopla a esta hora
Cuneta donde florecen olvidos
Entre charcos con estrellas

Duerme la murga
En la sal del verano
Cenicero de polillas
Y un jazmín envuelto en llamas