Sensación de irrealidad
condensada en las ventanas
bostezo en la tarde agostina
que es capaz de devorar el pensamiento
canta el viento con letárgica prestancia
y el tiempo se derrama
cayendo, resbalando
deslizándose sobre la mesa del reloj
y a mi me da por pensar
que la luz es indisoluble
mientras fumo, mientras tiemblo,
mientras estiro las fibras de mi sangre
para encontrar un libro que nunca leeré
que desconoceré sin culpa
También anduvo la muerte
segando doradas espigas ya maduras
y el mundo es ahora un poquito más pequeño, más agrio
y se entretiene soplando los pálidos pétalos
a través de conversaciones sin palabras
que permanecerán intactas más lejos que el pasado
engarzadas para siempre
en minúsculas partículas de la memoria
y a mi me da por extrañar,
pero estrangulo a las golondrinas de aquellos besos
mientras espero, mientras desespero
mientras sonrío de tristeza
y me abalanzo hacia la eternidad sin formas del olvido
deseando despertar de una vez por todas
para poder dormir...
Ayer canté
hoy medito
mañana no lamentaré
lo que ayer ensoñé
lo que hoy repito
lo que mañana asumiré...