Drástico es el telón
Se avecina abril y el olor
Y la luna oficial del cielo
Es un poni de Marfil
Que se recuesta
En pretiles que se desmoronan
Apenas soplados
Por la arena de nuestros besos
Que se van arriba del viento
Hacia risas en alas
Canción de arpillera
Bordada en delantales
Parada atrás de la puerta
Con su congoja milenaria
Como luz de plata
Rebotando en ecos
que ruedan
Noche abajo
Noche a cuestas
Noche de almohada vacía
Noche alfileres
Noche equivocada
Moto desanclada
Parte por el agua
Hacia horizonte y penumbra
La nieve de la distancia
En el corazón roto
Baile antifaz
La luna calva
La luna derretida
Por un millón de petunias
Que se descosieron
Falta la Ensenada
La apertura de tu bahía
Y el desfile de luz
Corazón oruga en azulejo
Fragmento desorientado
Y desorden de pistilos en tu pelo
Suenan campanas
Últimos llamados
Volverás con el otoño
Para regar con rocío mi médula
Espiral bajo acolchados
Pequeña tempestad
Ahogándose en bañeras
Júpiter se hizo pasto
Para que vuelva a correr tu alma
Ensordecida por el sonido de su rayo
Para que vuele y sea saeta
Por la eternidad del cosmos
Vórtice. Voracidad. Velo descorrido
Y una pluma a merced de abril
Dueña de un júbilo insolente
Que va a profanar los silencios
Disueltos en café y madrugada
Vinos y aves del Norte
Inalterables en su frío de verano
Muebles inmóviles
Frías hogueras sin salida
Paciente, simpática, astuta y valiente
Maestra del acecho
Grave Gioconda de mi ultimo sueño
Tu perfil de cerámica
Corta mis dedos temblorosos
Que una y otra vez imaginaron
Rozar tu inquietud inalcanzable
Tu mareo de cóndor
Tu altitud de barrio y de pucho
Mi alquimia miserable
Tornando tus ojos en cielo
Tu mano en guitarra
Tu voz en espejo
Soñamos ...
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