En mi fantasía paranoide
estás con mil ojos de mariposa
sobrevolando tu nido en mi pecho
ese que voló, que rodó
después de un Velódromo
y una Rambla de mañana
ahora vaciamiento, ahora descocerse
ahogarse y patalear...
Navíos de sombra vieja fondean la madrugada
y un batallón de balcones derruidos
buscan el grácil rebote de la luz de las estrellas
por los parabrisas astillados y las lunetas ahumadas
Vector que propaga incertidumbre universal
voracidad de planeta confundido al amanecer
porque el silencio de cada lágrima paga el dolor
de volver a dormir enojados, echados a perder.
Por la rivera de otras fascinaciones
se acallarán partidas y entramados de niebla
por cada una de las fibras del alma
Y persistirán las ganas alocadas
se va a quedar el infinito abierto
y dos evadidos
de toda esta nube de pesadumbre
quebrados por separado
en sucias cabinas de hábitos y silencios.
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